Testigos desmienten que Denilson Huaraca murió en un enfrentamiento y denuncian asesinato
La población de Abancay y Andahuaylas aún llora la muerte del joven Denilson Huacara, joven de 23 que murió acribillado por los efectivos policiales que interceptaron el vehículo en el que viajaba y dispararon causando su muerte, de acuerdo a los testigos.
Los medios de comunicación capitalinos informaron sobre el hecho de manera que se entienda que murió por un enfrentamiento cuando lo que hubo es una emboscada policial.
El hecho a desencadenado una ola de indignación y movilización en Abancay y Andahuaylas. El joven fue uno de los voluntarios que viajaron a Lima para protestar en contra del régimen de Dina Boluarte.
En medio del dolor, los ciudadanos de Andahuaylas y Abancay denuncian una serie de abusos de parte de la policía.
Testimonio
Una mujer que viaja a bordo del mismo camión brindó su testimonio.
Contó que la tarde del 9 de febrero el vehículo fue interceptado por dos camionetas de la policía, una que se colocó adelante y otra, atrás.
Era un convoy de siete camionetas policiales que interceptaron al vehículo en el sector Iscahuaca – Ayamaraes. Según otro testigo, no hubo advertencia previa, no hubo bomba lacrimógena. Solo hubo balas.
Seguidamente, abrieron la puerta del camión y dispararon matando a Edison e hiriendo a otros dos.
Los demás fueron obligados a salir del vehículo y tenderse boca abajo. En tanto, la testigo pudo notar que los efectivos policiales recogieron los casquillos. Además, les quitaron los celulares.
Una vez en el suelo, comenzó a llover y los obligaron a soportarla. Además no permitieron que reciban alimentos por casi 24 horas.
La necropsia al cadáver de Denilson arrojó como causa de la muerte: shock hipovolémico, perforación pulmonar y traumatismo torácico abierto por proyectil de arma de fuego.
En esa intervención se hirió a otras tres personas y se detuvo a 39.
Indignación general
La policía afirmó que la muerte se dio en medio de un enfrentamiento y cuando se difundieron los testimonios de loe contrario, la indignación creció más y se tradujo en multitudinarias marchas que acompañaron al féretro del joven Denilson.
La tarde del sábado un contingente de policías llegó a bordo de tres buses a la ciudad de Andahuaylas para reforzar las fuerzas represivas.
Andahuaylas está paralizada desde el 4 de enero y con la muerte de Edison los ánimos se han crispado mucho más.