Domingo, 24 de noviembre 2024 - Diario digital del Perú

Si los periodistas siempre aplauden al ladrón es un alivio que ataquen Castillo

Actualizado: 31 enero, 2022

LAPATRIA

Para los que votaron por Castillo es una lástima que salga mal parado en los medios de comunicación. Pero, si uno lo piensa dos veces, sería más preocupante que el Grupo Comercio o CNN lo traten bien.

Sería nauseabundo que Phillip Butters no lo insulte, que Sol Carreño baile con él, o Milagros Leiva llore por su gestión.

Repulsivo sería ver a un Aldo Mariátegui refiriéndose al gobierno de Pedro Castillo como «responsable» o a Jaime de Althaus calificando las designaciones de ministros como «acertadas».

Que busquen cada ocasión para desmerecerlo, incluso que mientan descaradamente sobre lo que dijo o no dijo, implica que el presidente no es por completo el rehén de los grupos de poder económico.

Quizá, el inquilino precario de palacio saca el pie o araña el asfalto para liberarse del secuestro de los grupos de poder económico, a diferencia de Ollanta que, a estas alturas, ya estaba en el bolsillo.

Que CNN, el Grupo Comercio gringo envíe a Fernando del Rincón, el Federico Salazar con dejo mexicano, para hacer lo mismo que sus colegas peruanos de la prensa empresarial, realmente alivia.

Porque ¿A quien le aplaude la prensa empresarial? ¿Acaso Mónica Delta no halagaba al infame Alan García el mismo día de las elecciones? ¿ Recuerdan cuando el Grupo Comercio aprobaba a Ollanta Humana por entregar los ministerios de economía y ambiente a buitres empresariales?

¿Recuerdan que todos aplaudieron cuando Toledo designó a Pedro Pablo Kuczynski como primer ministro y luego callaron cuando ese ministro de lujo firmó las fatales adendas del Gas de Camisea?

¿Recuerdan cuando estaban de lado de Vizcarra en todo lo que hacía mientras los peruanos se morían por cientos en las puertas de los hospitales?

Nuestros periodistas tienen la costumbre de aplaudir al ladrón y, por lo mismo, el solo hecho que dejen en paz a Castillo sería mala señal.

No pido que lo dejen de atacar. El ser hipervigilado, acosado y espiado puede ser, al final de cuentas, bueno para el país del país mientras el mandatario no se venda por completo.

Un enemigo más inteligente que Castillo permitiría que el chotano se confíe y caiga más al fondo en el vicio nacional: la corrupción.

Felizmente, la élite política empresarial es profundamente estúpida, lo demostraron perdiendo con él y lo reafirman cada vez que no pueden controlarlo por completo, pues el presidente está muy lejos de ser un político formidable.

Volviendo al tema mediático, es sumamente útil ver intervenciones de gente como Rosa María Palacios o Álvarez Rodrich, pues, a través de ellos se puede intuir qué quieren los empresarios buitres y, por el momento, es claro que no quieren a Castillo como sí amaron y adoraron a García cuando era presidente.

A costa de ser reiterativo, se debe acabar con la frase ¡Que sigan ladrando!.


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