Se vence el plazo para que Castillo observe el proyecto de ley que niega Asamblea Constituyente
El día 13 de enero, vence el plazo para que el presidente Pedro Castillo promulgue u observe el proyecto de ley 644-2021 que deja en manos del Congreso el poder de permitir o no una asamblea constituyente.
Respecto al tema, la primera ministra, Mirtha Vásquez indicó que la “norma caería en lo inconstitucional” pero no dijo expresamente si el Ejecutivo presentará una observación para que sea el Tribunal Constitucional el ente que decida si la norma se aplica.
La presentación o no de la observación promete ser el parteaguas del Ejecutivo pues los grupos de poder económico presionan constantemente para que el presidente “ se defina” sobre la Asamblea Constituyente.
A reglón seguido, todos los políticos, técnicos y periodistas relacionados a los grupos de poder económico rechazan absolutamente la posibilidad de una nueva constitución, especialmente, por preservar el capítulo económico.
En tanto, la reforma constitucional ha calado hondo en un gran sector de la población o, al menos en los que votaron por Pedro Castillo en primera vuelta y, en menor grado a los que votaron por él, en la segunda.
En las encuestas publicadas por empresas relacionadas en los grupos de poder, tampoco se puede ocultar que la población, si bien no quiere una constitución desde cero, está de acuerdo en reformarla.
Por todo esto, observar o no el proyecto de ley en cuestión, es fundamental para Pedro Castillo especialmente en fechas donde el dólar ha bajado su precio y los operadores agrupados en el “Club del dólar”, pueden hacer que suba para presionarlo.
El constitucionalista, Manuel Ibarra Trujillo, indicó que una Constitución Política no tiene por qué contener artículos que regulen expresamente su reforma total o parcial.
El congresista Guillermo Bermejo, indicó que dicha norma no afecta al proceso que actualmente impulsa junto a las bases de Perú Libre, pero, presentó una acción judicial para que no sea aprobada
En todo caso, hay una suerte de carrera contra el reloj para que la norma pueda promulgarse por insistencia antes de que la población tenga lista las firmas.