Programa PAIS, un país de fracasos
El Programa Nacional Plataformas de Acción para la Inclusión Social (PAIS) promueve una gestión territorial articulada, desde el gobierno nacional, gobiernos regionales, gobiernos locales, entidades privadas y organizaciones no gubernamentales, con el propósito de fortalecer y mejorar las principales necesidades de las poblaciones rurales, a través de él se identifica las más claras carencias y potencialidades de la población vulnerable para luego gestionar la atención de las mismas mediante la coordinación y articulación de proyectos, intervenciones y servicios. Dicho trabajo social se realiza mediante los muy conocidos “Tambos” y los PIAS. Que son establecimientos fijos e itinerantes destinados para ofrecer atención social y acercar al estado a la poblaciones alejadas y categorizadas como zonas en pobreza.
El caso en todo esto es que, aun antes de la pandemia, nada ha venido funcionando como debería ser con este programa. Resulta que en la actualidad son varias las zonas que viene reclamando que el programa no viene trayendo beneficios a las zonas donde intervienen, sobre todo a las más alejadas. El hecho se sustenta en dos casos significativos:
En primer lugar, que, en varias zonas del país, sobre todo en los más alejados, los “tambos” permanecen cerrados, además que existe una mínima presencia del personal “tambero” en los mismos. Caso que se agrava, ya que, junto a este, otro reclamo frecuente vertido por las poblaciones es que varios de estos establecimientos, “tambos”, no gozan de un adecuado mantenimiento.
En segundo lugar. De acuerdo con la población beneficiaria el PIAS está mal orientado. Es el caso del PIAS Puno, donde aun cuando las zonas donde se interviene cuentan con postas de salud, el PIAS-Puno, duplicando funciones, ofrece cada tiempo la misma atención. Así como este caso, son varias actividades que realiza el PIAS, que distan de las necesidades sociales.
Las vacilaciones en la administración, ha hecho que el programa PAÍS, se presente como una institución sin un norte claro. Al punto que a nivel de otros estamentos y a nivel social, se le ve como un programa dedicado a reportar trabajo que pertenecen a otras entidades públicas, sin que el programa PAÍS lo haya producido. En todo caso, lo que se espera es que esto se revierta y que el programa asuma el verdadero rumbo para el cual fue creado.