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PPK y Luis Castañeda enfrentados por caída del puente de Solidaridad

Actualizado: 22 marzo, 2017

LAPATRIA

El presidente Pedro Pablo Kuczynski y el alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, ayer estuvieron en su salsa y se mandaron recargados comentarios, con relación a la caída del puente de Solidaridad, que desató serios cuestionamientos contra la autoridad edil.

Primeramente, el jefe de Estado desde Trujillo se pronunció sobre el desplome de uno de los puentes de Solidaridad en el distrito de San Juan de Lurigancho, y le llamaba la atención que la citada infraestructura haya cedido en poco tiempo.

“Lo que me llama la atención es cómo se puede caer un puente que está sobre el río Rímac porque los puentes que se construyeron en el siglo XVIII todavía están en pie y los que se construyeron en los últimos años se caen”, aseveró PPK

Este comentario, no le cayó bien al burgomaestre capitalino y de inmediato respondió al jefe de Estado, con frases duras y ofensivas, calificándolo como un dicharachero.

“El señor Kuczynski es dicharachero, tiene su chispa. Yo también soy dicharachero, soy norteño chiclayano. Ahí hay una insinuación un poco baja”, afirmó Castañeda, en declaraciones a RPP.

Incluso, se dio la maña para decirle “el ladrón cree que todos de su misma condición”, haciendo la salvedad que el término es fuerte, pero como “él lo ha dicho bromeando yo también lo digo con broma”, subrayó.

En otro momento, apeló al sentido del humor político sobre los adjetivos contra PPK, “estoy seguro que lo va tomar con mucha gracia, porque lo que él dice no es serio. Tiene su sentido del humor, así lo va a tomar como yo también debo tomarlo de él”, manifestó Castañeda Lossio.

En cambio, el jefe del Gabinete Ministerial Fernando Zavala, restó importancia a los comentarios desatinados de Castañeda Lossio, al indicar que las afirmaciones de la autoridad edil, no merece ni una palabra, y que Kuczynski se había referido al puente ubicado en La Libertad y no al de Lima.

Las fricciones no son del momento, ya que días atrás PPK había advertido que el alcalde de Lima tenía mucho poder frente al resto de sus colegas, porque representaba a la tercera parte de la población peruana, y era complicado tenerlo subordinado.


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