Por qué la OMS clasifica el talco como «probablemente cancerígeno»
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente clasificó el talco como «probablemente cancerígeno» en la categoría Grupo 2A, lo que ha generado preocupación en la población.
Sin embargo, el Dr. Mauricio León Rivera, director de la Liga Contra el Cáncer, presidente de la Sociedad Peruana de Oncología Quirúrgica y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, asegura que no hay que alarmarse y explica la situación en detalle.
«Es importante destacar que esta clasificación no significa que el talco cause cáncer en todos los casos en los que se usó, sin embargo, sí existe un aumento del riesgo de cáncer de ovario, especialmente en mujeres que han usado talco en la zona genital de forma regular y durante un período prolongado de tiempo, sobre todo desde edades tempranas.», explicó.
Añadió que hay mucha controversia, debido a los sesgos que existen, lo que hace imposible establecer una relación causa/efecto del talco con el cáncer. Lo que sí se ha demostrado es que en modelos animales el talco sí aumenta el riesgo de cáncer sobre todo en ratas, donde se observó más incidencia de cáncer de glándula suprarrenal y cáncer de pulmón. Pero de ahí a concluir que produce cáncer en humanos, sería una aseveración temeraria.
El Dr. León Rivera enfatizó que la categorización de la OMS no implica que todos los que hayan usado talco desarrollarán cáncer. El mismo riesgo lo tiene por ejemplo el consumo de carnes rojas. En todos los estudios, sobre todo en 2 de ellos, la evidencia de su impacto en humanos es limitada. “El riesgo depende de diversos factores, como la cantidad y frecuencia de su uso, la forma de aplicación además de la susceptibilidad individual”, subrayó.
Según la IARC, la principal fuente de exposición a esta sustancia es laboral, por ejemplo, en trabajadores que participan en su extracción al ser el talco un mineral, de hecho, el más blando que existe en la naturaleza o en personas que trabajan en su elaboración. En la población general, el contacto con el producto viene fundamentalmente a través del uso cosmético.
El talco es un mineral natural compuesto principalmente por silicato de magnesio y como toda roca natural, no se encuentra en la naturaleza en forma pura y muchas veces se encuentra combinado con otras sustancias como el asbesto, por ejemplo, lo que hace difícil hacer estudios científicos. Se utiliza comúnmente en productos de cuidado personal como polvos para bebés, desodorantes y productos antirozaduras. También se emplea en algunos productos industriales.
«Es importante que las personas estén informadas sobre los posibles riesgos del talco y tomen decisiones conscientes sobre su uso limitándolo, especialmente en la zona genital, y optar por alternativas naturales, son medidas que podemos tomar para reducir nuestro riesgo potencial”, precisó.
Finalmente dijo que el talco puede ser reemplazado por muchos otros productos, como por ejemplo la harina de fécula de maíz o la harina de trigo, o la de papa, conocida como «chuño». Y si le agregas bicarbonato de sodio, podemos incluso hacer un talco casero totalmente inofensivo.