Policía incauta 103 armas en poder de ex comandante de la FAP
Aunque dijo que las usaba para su hobby favorito: disparar, la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) decomisó las 103 armas que poseía el Teniente General FAP en retiro Luis Felipe Conde Garay, en el marco de un operativo de carácter secreto, denominado “Plan anual de inteligencia y contrainteligencia 2017”.
En una diligencia reservada en la base de “Las Palmas” de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), en Surco (Lima), la policía le requisó al exjefe de la Fuerza Aérea (lo fue en 2006) seis fusiles de guerra, ocho subametralladoras, 56 pistolas, 14 revólveres, seis escopetas y 13 carabinas.
Tras ello, se informó que la operación se llevó a cabo para establecer la presunta implicancia del exjefe de la FAP en hechos delictuosos: “Personal de la Policía viene llevando a cabo las investigaciones por la presunta comisión del delito contra la seguridad pública (tenencia ilegal de armas) en contra del teniente general Luis Conde Garay”.
Pese a ello, Conde no quiso revelar por qué tiene en su poder fusiles de guerra de uso exclusivo de las fuerzas castrenses y policiales: “Desde que ingresé a la Fuerza Aérea de cadete soy tanto tirador de pistola como de fusil. Es un hobby. Yo tengo 45 años coleccionando y disparando. Salgo, disparo fusiles y me distraigo. Es un pasatiempo. Algunas armas son de colección”.
Y añadió: “Por si acaso yo ya he presentado la documentación de 91 armas a la Sucamec (Superintendencia Nacional de Control, de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil). Y las otras 12 están inscritas en la Fuerza Aérea”.
No obstante, la Dirincri negó que ello haya ocurrido y, más bien, subraya que procedió a confiscar las 103 armas del exjefe de la FAP para “someterlas al peritaje balístico y establecer su funcionamiento, estado de conservación y confirmar o desvirtuar la implicancia en algún hecho pendiente de solución”.
Según informa el semananario Hildebrandt en sus Trece, la hipótesis que maneja la Policía es que exmandos de las Fuerzas Armadas tienen en su poder armas de guerra que las alquilan a empresas de seguridad y que, incluso, algunos de estos pertrechos serían utilizados en hechos criminales como atracos y asesinatos.
“Acá la Policía se está marqueteando con mi nombre. Es una trampa de sinvergüenzas. Dicen que soy acopiador de armas, que formo parte del crimen. ¡Pruébenme, pues! Es una bajeza. Acepté que la Policía se lleve mis armas, pero ahora me siento engañado”, dijo Conde. Durante estos días, seguramente, se sabrá si pertenece o no a la recientemente descubierta mafia de la FAP que incluso entrenaba sicarias en sus cuarteles.