Martin Vizcarra no acepta que la descentralización haya generado corrupción
El vicepresidente de la República y ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, rechazó la tesis de que el proceso de descentralización haya generando la corrupción en el Perú, indicando que la corrupción no se ha inventado recién sino es un oficio antiguo.
“No acepto que se diga que la descentralización ha generado corrupción cuando a nivel del gobierno nacional la cosa parece peor”, aseveró el titular de Transportes y Comunicaciones en entrevista a diario La República, respecto a las denuncias de corrupción en que están involucrados los alcaldes, presidentes regionales y exjefes de Estado.
Vizcarra, no cree que el proceso de descentralización haya fracasado sino lo que faltaría es implementar mecanismo de control sobre el uso de los fondos públicos, y que estas sean correctamente invertidos en proyectos que coadyuvan a la mejorar de la calidad de vida.
“Lo que está fracasando es el nivel de control del gasto en todos los niveles de gobierno. Así como hay gobernadores regionales presos, hay presidentes del Perú presos, con orden de captura o investigados”, subrayó.
Sin embargo, dijo que si antes la corrupción se daba a nivel de altas esferas del gobierno, hoy en día eso se descentralizado a nivel de los gobiernos locales y gobiernos regionales, por lo que se requiere corregir con la implementación de medidas drásticas de castigo.
“El alcalde que coimea por 200 soles merece la cárcel, como la merece quien solicita compensaciones ilegales por 20 millones de dólares, algo que, según indican las investigaciones, pidió un ex presidente”, puntualizó Vizcarra, en referencia al expresidente Alejandro Toledo, quien tiene en contra una demanda de prisión preventiva de 18 meses.
La lectura que hace Martín Vizcarra, es que la corrupción es un oficio antiguo y se da en todas las instancias del aparato estatal, pero la mayor parte de la repartija de la torta de la corrupción se da en el gobierno central, la misma que quedó evidenciada con el pago de millonarias coimas que hiciera la constructora brasileña Odebrecht, en el que están inmersos los tres últimos expresidentes.