El macabro juego “La Ballena Azul”: ¿cómo está afectando a nuestros hijos?

Irritabilidad, tristeza y aislamiento social, son características de aquellos adolescentes o jóvenes con problemas que, merced al “juego” de “La Ballena Azul”, podrían acabar con sus propias vidas en un tiempo relativamente corto.

Lo que este macabro “juego” les está haciendo los más jóvenes, en resumidas cuentas, es agravar su soledad, hacerlos más propensos a dañarse a sí mismos y a sus compañeros (es natural ser influidos e influir a esa edad), y distanciarlos gravemente de sus familias.

“La Ballena Azul” consiste, básicamente, en seguir la secuencia de instrucciones dadas por un curador o administrador. Estas órdenes consisten en una serie de retos, como las autolesiones, que van aumentando hasta llegar a la muerte.

En ese marco, las personas en mayor riesgo son las que tienen un perfil depresivo, las cuales evidencian sus tendencias suicidas en las redes sociales, porque estas ofrecen anonimato a las personas.

En ese sentido, es muy importante que los padres conversen con sus hijos sobre los riesgos y amenazas del uso de Internet, además de reforzar los lazos que los unen como familia. También es de vital importancia que ello se refleje en las amistades que los jóvenes tienen y su relación con sus maestros u otros adultos.

Cabe recordar que el creador del juego, el joven ruso Phillip Budeikin (21), fue detenido el 15 de noviembre del 2016, y aseguró que había catalogado en dos grandes grupos a las personas que participaban en las primeras versiones del “juego”: gente y “residuos biodegradables”.

Para él, este último grupo no tiene valor alguno para la sociedad, o solo hará daño a la misma. “Estaba limpiando nuestra sociedad de tales personas”, dijo Budeikin en una entrevista a medios nacional de Rusia.