Las 5 diferencias entre el poker tradicional y el poker online
Desde finales de la década del ’90, el poker online está en constante crecimiento. Si bien jugar cara a cara todavía es una actividad irremplazable, cada año que transcurre la virtualidad se instala aún más en la vida cotidiana de las personas. El 2020, por supuesto, aceleró este proceso, y el popular juego de cartas no quedó exento.
Las exigencias del distanciamiento social cancelaron o postergaron los torneos más importantes del mundo, como el WSOP y el WPT, por lo que miles de jugadores se volcaron a su práctica en línea. Aunque las reglas generales son las mismas, existe una serie de diferencias que puede ser determinante al momento de encarar una partida.
Velocidad del juego
En general, la experiencia del poker tradicional suele ser más lenta que su modo virtual. Esto se debe a la propia dinámica de los ordenadores, que reparten, cuentan y organizan la mesa de forma rápida y automática. Para muchos jugadores nuevos, que se iniciaron y solo conocen la versión online, verse cara a cara con los rivales puede resultar extraño.
Una de las características principales del juego, además de las apuestas, es su capacidad socializadora. En una mesa real, los contactos con pares pueden derivar en un ambiente de camaradería, algo que durante las partidas virtuales se pierde en gran parte, ya que todos están más atentos a las jugadas y la partida se acelera.
Lenguaje corporal
Otro de los aspectos que más se ve modificado es la percepción física de los rivales. El lenguaje involuntario y las señales que envía el cuerpo no pueden percibirse durante una partida virtual. En ocasiones, este aspecto puede ser determinante: movimientos de manos, nariz o boca que denotan nervios, a veces definen partidas.
Por el contrario, durante el poker online se debe estar atento a otras señas, sin dudas menos importantes que el lenguaje corporal. La velocidad y posición en que un jugador apuesta, la posibilidad de encontrar patrones o, a la inversa, si tarda mucho en realizar una jugada. Estos movimientos tal vez representen ciertas pistas sobre las cartas rivales.
Dificultad
Las partidas virtuales tienen un nivel más elevado de dificultad. El hecho de no socializar y tener menos distracciones, provoca que los participantes estén más concentrados en el juego. Durante los últimos años, cientos de profesionales se volcaron a las plataformas virtuales y transformaron al poker online en una experiencia avanzada.
Multimesas
Por más experimentado que sea un jugador, practicar en más de una partida a la vez es algo muy difícil en las mesas reales. El tiempo que se pierde es mucho y la concentración se dispersa, por eso son pocos los que se animan a hacerlo. Por el contrario, en el póker online esta posibilidad es accesible. Tener varias partidas abiertas en una computadora o tablet es mucho más organizado y llevadero.
Tasas de ganancia
Derivado de las multimesas, las posibilidades de ganancias aumentan en el juego virtual. Además, tiene que ver con la velocidad de las contiendas. El conjunto de estas circunstancias genera partidas más rápidas, numerosas y la suma de las apuestas puede ser mayor al final de la jornada.