La Sunedu y los dos grupos empresariales que quieren imponerse en el mercado de la educación superior
Esta semana se discute el controvertido proyecto de ley que, según denuncian, es un retroceso a la reforma universitaria aunque, del lado contrario aseguran que se trata de una oportunidad para 180 mil estudiantes que se quedaron en la calle luego del cierre de 49 universidades.
Sin embargo, detrás de esta discusión, hay un juego millonario de intereses que se explican a continuación.
Aparentemente la Sunedu dirige la mayor reforma en la educación superior, pero con el nivel de corrupción e intereses empresariales presentes en todas las esferas de la administración pública, hay motivos para dudar.
No pocos sostienen que se trata de una operación de eliminación de competidores a favor de, entre otros, el grupo económico liderado por Carlos Rodriguez Pastor, Intercorp que es propietaria de la Universidad Tecnológica del Perú UTP.
Dicha universidad obtuvo licencias para siete filiales cuyos locales estaban en construcción y, por supuesto, no tenían ni alumnos, ni laboratorios, ni equipamiento.
El hombre clave en esta trama es el sociólogo Martin Benavides quien llegó a ser superintendente de la Sunedu y, posteriormente, ministro de Educación de la mano de Martín Vizcarra, hombre ligado a Rodriguez Pastor tal como mostró beneficiándolo con Reactiva Perú.
Hasta antes de la llegada de Benavides a la Sunedu, esta institución no tenía el cierre entre sus funciones encargadas, pero él se encargó de aprobar un reglamento que sí lo permitía.
Tras esto, la Sunedu cerró 46 universidades en 20 meses, es decir un cierre cada 13 días.
Benavides nombró como directo responsable de los cierres a un ingeniero de sistemas con poco o nada de experiencia en el campo e, irónicamente, con grado de Bachiller, se trata de Cristhian Pacheto Castillo.
Toda esta información fue divulgada por los rivales de Rodriguez Pastor en el mercado de la educación superior, entre los que destaca José Luna Galvez.
Justamente su bancada estuvo detrás de la ley contra la usura, la devolución de dinero de las AFPs y de las ONPs es decir, todas las leyes que afectaron los intereses de, su rival, Rodriguez Pastor.
Con el nuevo congreso, la presencia de Perú Libre y la tambaleante gestión de Pedro Castillo, el canje político es inevitable: ellos y algunos aliados, votan contra la vacancia y obtienen el apoyo para debilitar a la Sunedu.
No es casualidad: los congresistas de la bancada Podemos Perú se abstuvieron de votar a favor de discutir la vacancia en el Pleno del Congreso.
Por su lado, el ministro de economía Pedro Francke, no mencionó a las universidades privadas dentro de su reforma tributaria a pesar de que es claro que deberían pagar sus impuestos.
En los pasillos del congreso, se dice que la aprobación de la oportunidad de licenciamiento será apoyada por Perú Libre. No en vano, Guido Bellido cuestionó la imparcialidad de la Sunedu mediante un tuit.
Todo lo anterior apunta a ser la verdad desnuda detrás de los discursos hipócritas sobre calidad educativa u oportunidades de estudio es un enfrentamiento comercial donde, lo último que importa es, precisamente, la calidad educativa y las oportunidades para acceder a ella.