Lunes, 25 de noviembre 2024 - Diario digital del Perú

La oposición tiene un haz bajo la manga para destruir a Castillo y Perú Libre maneja una bomba de tiempo

Actualizado: 1 octubre, 2021

LAPATRIA

Bancada Peru Libre en el Congreso de la República tiene un rol fundamental en la permanencia de Pedro Castillo

La tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo se traduce en cambio y permanencia. La oposición apuesta por mantener el orden de los últimos 30 años, mientras Pedro Castillo y Vladimir Cerrón titubean entre el cambio gradual y los saltos a la izquierda. 

La oposición tiene un norte claro y ha trazado una ruta: primero ponerle candado a la «Cuestión de Confianza« para evitar la disolución del Congreso; luego demoler el gobierno, ministro a ministro, como si se trataran de columnas de un edificio; y, dejar listo el camino para la vacancia. 

En tanto, Pedro Castillo y Vladimir Cerrón son como dos caballos, uno lento y el otro más impetuoso, que se estorban mutuamente. El presidente ha optado por la imagen prudente excluyendo de su discurso sus promesas más drásticas; pero Cerrón, mediante Bellido y Bermejo, tiran para la izquierda mediante sus declaraciones altisonantes y, principalmente, con la recolección de firmas para la Asamblea Constituyente. 

El candando que se puede romper

El semanario Hildebrandt en sus Trece ha advertido que si la oposición se toma su tiempo con la interpelación del ministro Maraví es porque, el día 7 de octubre, se vence el plazo para que el ejecutivo promulgue la norma que “regula” la Cuestión de Confianza. 

Esta norma básicamente impide que se haga cuestión de confianza a partir de la interpelación de ministros. Por descontado se anticipa que Castillo observará la norma.  

La oposición busca un doble efecto: por un lado, anulan la posibilidad de que Pedro Castillo disuelva el congreso y, por el otro, se dan licencia para interpelar a los ministros sin el peligro de disolución. 

Al respecto, el portal La Ley citó una norma que fue declarada inconstitucional por, precisamente, establecer ciertos límites al ejercicio de la Cuestión de confianza. El argumenta que, si el Congreso regula dicho recurso estaría extralimitando sus atribuciones invadiendo, por así decirlo, terreno del Ejecutivo y, por lo tanto, rompiendo con el equilibrio de poderes. 

No solo eso, sino que también se estaría invadiendo el terreno del Tribunal Constitucional, tal como lo apunta el constitucionalista Omar Cairo quien cuestiona la “norma candado” e indica que esta puede ser inconstitucional

Con esto se vislumbra una presión mediática tremenda sobre el Tribunal Constitucional para que decida a favor de los intereses de los opositores.

En tanto, es casi seguro que el Legislativo aprobará la norma por insistencia y, mientras el Tribunal Constitucional procesa la demanda del Ejecutivo, tendrá tiempo para “tumbar” a los ministros cual si fueran caballos y alfiles para, finalmente, hacerle jaque mate a Castillo. 

Bomba de tiempo desactivable

Mientras la oposición toma la delantera y Pedro Castillo intenta sostener su débil gobierno, el ala Cerronista apuesta por un proyecto cuya meta se quiere alcanzar en enero del año siguiente: la recolección de firmas para referéndum que decida si se redactará una Nueva Constitución

Ambicionan que, en octubre del siguiente año, el elector vote por el gobernador regional y el alcalde pero también, marquen sí a la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Con todo esto, buscan desmontar la constitución que le da poder a la élite económica que está detrás de la oposición política. 

Sin embargo, tampoco es seguro que la población vote a favor de formar una Asamblea Constituyente, esto porque, desde los grandes medios de comunicación, pueden distorsionar la percepción de la nueva constitución como una herramienta de cambio y transformarla en un supuesto proyecto chavista. 

Si bien los medios de comunicación capitalinos han perdido su credibilidad no han perdido el poder para marcar la agenda e imponer los temas de los que trata la opinión pública, tal como pasó con los cuestionamientos a Cerrón y los ministros de Castillo, en lugar de hablar de temas de corrupción empresarial durante la pandemia.

Del lado de Perú Libre, se busca desarrollar una labor similar a la que llevó a la presidencia a Pedro Castillo: el boca a boca, las reuniones, los discursos, el trabajo de hormiga cuyo ejemplo más visible es el de Guillermo Bermejo. 

Con o sin Castillo

Lo que parece claro es que si la élite peruana no plantea un cambio al orden está condenada a fracasar en el control político del país, pues no fueron capaces de imponer un presidente a su gusto a pesar de controlar los medios de comunicación, el Legislativo, el Ejecutivo y el Poder Judicial en buena medida durante las últimas elecciones además de contar con ingentes recursos económicos. 

Pueden sacar a Castillo de la presidencia pero no tienen un proyecto político que garantice que, en el futuro no se dé otro fenómeno político similar.

Del lado contrario, los reformistas peruanos no parecen haber madurado un proyecto, aunque, el hecho de que el Chotano no haya sido controlado totalmente a estas alturas de su gobierno, tal como pasó con Ollanta, demuestra un avance. 


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