La Chama y El Pana, avatares de IA para difundir la verdad en Venezuela
La crisis política y social en Venezuela ha llevado a la innovación tecnológica como un medio para evadir la censura y proteger a los periodistas. En este contexto, La Chama y El Pana, dos avatares de inteligencia artificial (IA), han emergido como voces digitales que buscan mantener informada a la población. Estos avatares forman parte de la ‘Operación Retuit’, un proyecto respaldado por la plataforma periodística Connectas, cuyo objetivo es asegurar que la verdad siga circulando, incluso en un entorno de represión.
Avatares de IA para la libre circulación de información
La Chama y El Pana no son simples personajes virtuales. Han sido diseñados con una apariencia hiperrealista, con detalles en su estética, movimientos, voces y gesticulaciones que buscan generar empatía y credibilidad entre las audiencias. Estos avatares han protagonizado ya 10 cápsulas informativas en redes sociales como Instagram y X, abordando temas cruciales como la represión política y el rechazo internacional a las políticas del régimen de Nicolás Maduro. Aunque los avatares aclaran en cada video su naturaleza artificial, insisten en que la información que comparten es completamente verificada y real.
La inteligencia artificial como escudo para los periodistas
A diferencia de otros proyectos en los que la IA se ha utilizado con fines experimentales o de entretenimiento, como es el caso de Alba Renai en España o Nat en México, La Chama y El Pana representan una respuesta directa a la necesidad de proteger a los periodistas de la persecución en Venezuela. El equipo de Connectas ha señalado que el uso de IA en ‘Operación Retuit’ no es una moda, sino una estrategia necesaria para evitar que la censura gubernamental limite la circulación de información crucial. La represión mediática en Venezuela ha sido denunciada por organizaciones internacionales, y los avatares de IA ofrecen una vía segura para continuar informando a la ciudadanía.
Contexto de represión y censura en Venezuela
La represión de la libertad de prensa en Venezuela no es un fenómeno nuevo. Desde hace más de dos décadas, el gobierno ha sido acusado de censurar a los medios de comunicación. Según la organización Espacio Público, cerca de 408 medios de comunicación han cerrado en los últimos 20 años debido a la presión gubernamental. Además, el índice de ‘Libertad en la Red 2023’ de Freedom House otorga a Venezuela un puntaje alarmantemente bajo de 29 sobre 100 en cuanto al derecho a la información, destacando las dificultades que enfrentan los venezolanos para acceder a contenido confiable en línea debido a bloqueos y restricciones.
Desafíos y futuro de la información en Venezuela
La reelección de Nicolás Maduro ha intensificado las preocupaciones sobre la libertad de prensa y la libertad en línea en Venezuela. En 2022, su gobierno bloqueó al menos 70 sitios web, la mayoría de ellos medios de comunicación independientes. Además, Maduro ha expresado su intención de regular plataformas como Instagram y TikTok, y ha pedido la eliminación de WhatsApp en el país, alegando que está siendo utilizada para propagar amenazas. Estas medidas, junto con el bloqueo temporal de X, han aumentado el temor de que las ya limitadas libertades civiles en Venezuela se vean aún más restringidas. Los defensores de los derechos en línea advierten que cualquier endurecimiento de estas regulaciones podría representar un riesgo significativo para la integridad de la población y la disidencia política.