Inés Melchor anuncia su retiro del fondismo para convertirse en abogada y empresaria
Inés Melchor es una de las deportistas más queridas del Perú gracias al pundonor y garra que expone durante las maratones y carreras de largo aliento. Ella lo sabe por eso quiere realizar su mejor participación en Tokio 2020, sus últimos Juegos Olímpicos para dar pase al retiro luego de 22 años en el atletismo y comenzar proyectos personales: dedicarse a la abogacía, convertirse en madre y empresaria. Y descarta incursionar en la política por amor a su familia.
Inés Melchor corre sin parar. Su mirada adusta y firme no se inmuta mientras el sudor recorre su ser ante el esfuerzo desplegado tras largos kilómetros. Todos la admiran porque ven a una mujer invencible. Así es el desempeño de la maratonista huancavelicana en las competencias, pero toda esa rigidez se desvanece fuera de las pistas para dar pase a la persona sensible que se quiebra por su familia y la población peruana que sufre por el coronavirus.
Esposo policía
Al igual que otros deportistas, Inés no la pasa tan bien como ella quisiera. Entrena en casa, pero esas sesiones no la dejan quieta porque para pendiente de su familia. Su esposo, con quien se unió en matrimonio el año pasado, es policía, su hermana y cuñado son militares. Todos personas vulnerables y propensos a contraer el virus porque están en la primera línea de batalla.
“Es duro lo que vive el Perú. Esto nos pone mal emocionalmente y vemos en las noticias que todavía no se encuentra la vacuna. No sabemos cuántas personas van a seguir muriendo, puede ser nuestros seres queridos. La situación es incierta y me tiene preocupada porque no sabemos que es lo que nos espera. La parte psicológica también está afectada”, manifiesta Melchor Huiza.
“Es bastante complicado porque no solo es mi esposo. Tengo mi hermana y mi cuñado que son militares. Yo no sé hasta cuando los voy a tener cerca porque cada vez se escucha noticias lamentables. Este virus no respeta a nadie”, manifiesta la deportista.
Espera el retorno
Inés Melchor se encuentra a la espera de que el Instituto Peruano del Deporte (IPD) apruebe los protocolos sanitarios de la Federación de Atletismo para regresar a los entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de Huancayo. El temor de ser contagiada es latente, pero seguirá al pie de la letra las normativas de seguridad.
“Existe el temor de contagio como todas las personas. Lo importante es entrenar y ser más cuidadosos que antes. Estaremos supervisados por los doctores. Cada atleta hará sus labores a una hora determinada. Tenemos que amoldarnos a las normas existentes en los protocolos”, dijo.
Inés cree que, en dos o tres meses, tras reanudarse los entrenamientos al 100%, podrá recuperar su nivel competitivo. Eso no la inquieta porque tiene hasta diciembre para encontrar su mejor forma deportiva. En el último mes del año sabrá el calendario oficial del 2021 que emitirá la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). Luego recién podrá evaluar, con su entrenador, a que competencia asistir para hacer la marca clasificatoria para los Juegos Olímpicos Tokio 2020, que se disputará el próximo año.
Maneja la opción de competir en Estados Unidos (en enero), Japón (en febrero), España (en marzo) y Corea (en abril). Los importante es que si todo se normaliza hay buenas opciones de alcanzar el cupo olímpico.
El último aliento
Lo cierto es que hay ansiedad en la deportista por acceder a los que serían sus cuartos Juegos Olímpicos por una simple razón: será su última competencia oficial para después pasar al retiro tras 22 años de exitosa carrera deportiva.
“Sí tengo esa ansiedad porque son los últimos y me gustaría que se haga realidad porque mi sueño es retirarme entre las diez primeras en unos Juegos Olímpicos. Con este logro estaría cumpliendo con mi país como deportista.”, manifestó.
Después de las pistas, existe un futuro distinto para la ejemplar deportista nacional de 33 años. Su mayor anhelo es encaminarse en su profesión de derecho registral y convertirse en una empresaria.
“Lo reafirmo. El próximo año, yo me retiro del atletismo. No es porque mi cuerpo ya no dé, sino porque que creo que llegó la hora de empeñarme en otros ámbitos y cumplir proyectos personales y familiares. Una de las tareas es encaminarme en mi profesión de derecho registral”, indicó.
Descartó de plano incursionar en la política por amor a su familia y su entorno.
“No lo tengo dentro de mis planes. Es complicado tener una carrera política en el Perú. Siempre he querido que mi familia esté tranquila y meterme en la política significaría exponerla. Mis planes son desarrollarme como abogada y una futura empresaria, además de ser madre”,remarcó.
Por último, Inés Melchor, como devolviendo ese aliento que muchas veces la población le brindó en plena competencia, pide a la gente alimentarse bien, mantenerse unida y no perder la fe en estos momentos.
“Que se cuiden bastante, que aprovechen el tiempo para estar junto a sus seres queridos porque uno no sabe hasta cuando estarán con nosotros. Que se alimenten bien porque es lo único que nos puede salvar en el momento de hacer frente al coronavirus y que nos demos fuerzas unos a otros para salir adelante. No perdamos la fe que superaremos todo”, puntualizó la campeona.
Datos
Durante la cuarentena, Inés Melchor recibió la subvención económica del IPD, a través del Programa Apoyo al Deportista (PAD) y de sus auspiciadores con quienes mantiene contrato vigente.
La deportista nació en el distrito de Acobambilla (Huancavelica), pero cuando tenía tres meses de edad, sus padres, huyendo del terrorismo, se establecieron en Huancayo.
En la maratón de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, logró en el puesto 25 con una marca de 2 hora 28 minutos 54 segundos y fue la primera sudamericana en cruzar la meta.