Gobierno puso cerrojo a la corrupción al no declarar en emergencia

La razón fundamental por lo que el Gobierno, se abstuvo en declarar en emergencia a más poblaciones del Perú azotadas por los huaicos, inundaciones y desborde de ríos, fue para evitar el desborde de la corrupción que ya hizo mucho daño al país, con la ejecución de obras de mala calidad.

“Si declaramos todo en emergencia vamos a tener problemas graves con municipalidades, porque la emergencia significa que se hagan obras sin concursos y sin licitaciones. Si hacemos estaríamos abriéndole la puerta a la corrupción”, explicó el presidente Pedro Pablo Kuczynski, en entrevista con la cadena norteamericana “CNN en español”.

En su opinión, los gobiernos locales son los menos indicados en administrar y ejecutar los fondos destinados para la reconstrucción de emergencias,  “la calidad de los gobiernos locales deja mucho que desear, vamos abrir las puertas a la corrupción”, reiteró.

Citó como ejemplo los últimos escándalos de corrupción del caso Lava Jato, en que están involucrados los expresidentes, que hicieron gala de astucias groseras para apropiarse de fondos públicos.

“Lamentablemente, el otro huaico que hemos tenido en los últimos meses ha sido el de la corrupción de grandes contratistas brasileños acusados de pagar coimas y queremos que la corrupción desaparezca de aquí”, aseveró el jefe de Estado Peruano.

En ese marco, PPK precisó que de los 1,800 distritos y de las 194 provincias del Perú, más de la mitad están declarados en estado de emergencia.

De otro lado, los expertos predicaron 15 días más de lluvias, siendo el factor fundamental el calentamiento de aguas marinas, que ocasiona la presencia de lluvias intensas en la franja costera del Perú.

Dante Gagó, jefe del Departamento de Oceanografía de la Marina de Guerra del Perú, informó que el calentamiento es propio del fenómeno ‘El Niño costero’, debido a una interacción océano-atmosférica, sumada a los débiles vientos del Pacífico Sur que, por estas semanas, se han presentado de forma débil, hecho que no ha permitido que el mar caliente de la costa norte se enfríe.