Estados Unidos tiene astronómica deuda con China, Japón y Brasil
Aunque el presidente Donald Trump se ufana de que Estados Unidos es el país más poderoso del planeta, y de que por eso comenzará a invertir en sus fuerzas militares, de modo que vuelva a «ganar todas las guerras en que participe», lo único cierto es que el suyo es el país más endeudado de todos.
En efecto, el país norteamericano le debe mucho al resto del mundo: más de 6 billones de dólares. Y es aún mayor el endeudamiento interno, acercándose la cifra total de la deuda federal a los 20 billones. Algo alarmante, si no escandaloso para los propios estadounidenses.
Los países a los que más debe EE.UU. son China, Japón y Brasil. Mientras la deuda con el primero asciende a 1.058,4 miles de millones de dólares (sin contar a Hong Kong y Taiwán), al segundo le adeuda más de 350 mil millones de dólares, y al tercero alrededor de 150 mil millones de dólares.
No obstante, esto es poco en comparación con la deuda que Estados Unidos tiene consigo mismo, pues asciende a los 20 billones de dólares. Algo que se contrajo, en necesario indicarlo, en los dos gobierno del expresidente Barack Obama.
Al finalizar el año 2016) esta era la deuda del Gobierno federal de EEUU:
Deuda pública: 14.202.100 millones de dólares,
Deuda interna del Estado: 5.395.700 millones.
En total: 19.597.800 millones.
Este, como se sabe, llegó al Despacho Oval el 20 de enero de 2009, cuando el país tenía una deuda federal equivalente a 10.626.877.048.913 dólares. Ocho años después, al final de su segundo mandato presidencial, el 18 de enero de 2017, tal deuda llegaba ya a los 19.961.467.137.974 dólares, es decir casi se duplicó.
Conviene mencionar, volviendo a lo primero, que Estados Unidos permitió a China convertirse en uno de sus mayores banqueros porque el pueblo estadounidense disfruta de bajos precios al consumidor.
Y es que la venta de deuda a China financia programas del gobierno federal que permiten que la economía de los Estados Unidos crezca; y también mantiene bajos los tipos de interés de los Estados Unidos. Sin embargo, la propiedad de China de la deuda de Estados Unidos está desplazando el equilibrio económico del poder a su favor.
Esto de debería a que, a largo plazo, China quiere que el yuan sustituya al dólar estadounidense como la moneda global en el mundo.