Equipo de la UNI diseña «maletín» que desinfecta ropa, zapatos y alimentos

Llegar a casa y desinfectar nuestra ropa, calzado, alimentos o todo lo que estuvo expuesto al virus que causa el covid-19 será más fácil, gracias a la cámara desinfectante con ozono que viene siendo diseñada por un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Con este invento se busca disminuir la propagación del nuevo coronavirus.

Se estima que  en tan solo diez minutos las prendas de vestir y calzado que estuvieron expuestos al virus estarían completamente desinfectadas y listas para volver a usar. Al usar la cámara -que es muy parecida a un maletín-, el usuario no tendrá que recurrir a la lavadora ni usar otros productos químicos.

En diálogo con la Agencia Andina, Juan Luis Palacios Rojas, arquitecto e integrante del departamento de diseño digital de la UNI, expresa que el ozono es un oxidante natural que trabaja sobre las paredes liposas de las bacterias y virus, de tal manera que las descompone para que así ya no puedan infectar al contacto con el organismo humano.

“El ozono actúa sobre las bacterias, virus, hongos y los destruye. No es ningún químico y nada dañino, es un oxidante natural y es 3000 veces más poderoso que el cloro. Uno también podrá colocar las compras que hizo y hasta los alimentos, como frutas y verduras, sin temor de ser dañados o contaminados”, explica Jorge Céspedes Ávila, experto en ozono y estudiante de ingeniería industrial de la Universidad Tecnologica del Perú (UTP), quien colabora con este innovador proyecto desde el 2014.

Céspedes también precisa que se quiere tener unas concentraciones altas de ozono en la cámara para que actué rápidamente y los tiempos no sean tan prolongados. 

¿Cómo será la cámara desinfectante?

El diseño consiste en una cámara con doble compartimento siendo el segundo compartimento (parte superior) usado para desinfectar prendas de vestir y el primer compartimento (parte inferior) se utiliza para desinfectar calzados u otros objetos, esto se logra mediante un dispositivo que genera y libera aire ozonizado.

“La idea es tenerlo en la puerta de la casa, no ocupará mucho espacio, será portátil y de fácil uso como cargar un maletín y fabricado con materiales eco amigables. Esta tecnología disminuye el uso de los químicos como cloro, alcohol, etc.” explica el arquitecto Palacios.

Asimismo, podrá ser utilizado para desinfectar objetos pequeños como mascarillas o equipo quirúrgico y funcionará con electricidad, batería o paneles solares. 

El sueño de estos inventores es la masificación de este producto, que llegue a las zonas más alejadas del país, para lograrlo son conscientes que necesitarán de la empresa privada. Es por ello que ya se encuentran en conversaciones con la empresa Purifil.

“Es una alianza entre la universidad y la empresa, es como llevar la parte teórica a la práctica. El prototipo es viable. Ahora estamos buscando que la producción industrial sea sencilla, al igual que su uso y mantenimiento. Sin embargo, nuestra principal dificultad son los componentes electrónicos, pues son piezas muy sofisticadas que se necesitan traer del extranjero, lo que sí podemos hacer aquí es ensamblar y fabricar la caja”, señala Walter Héctor Gonzales Arnao, arquitecto de la UNI y uno de los líderes de este proyecto.

Este invento, al igual que la pulsera anticontagio y otros proyectos, resultó ganador del concurso especial “Patentes frente al Covid-19” de Indecopi que tiene por objetivo apoyar a los inventores peruanos que desean patentar una invención que combata al nuevo coronavirus.

El equipo de este proyecto está conformado por: Juan Luis Palacios Rojas, arquitecto y profesor investigador principal de la UNI; Juan Omar Molina Fuertes, ingeniero físico; Jorge Enrique Céspedes Ávila, estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Tecnológica del Perú; Hayashi Rafael Mateo Nuñez, bachiller de ingeniería mecatrónica de la Universidad Nacional Federico Villarreal; así como Daniel Alonso Pinillos Nakano y Ruth Madelen Luna Cruz, ambos bachilleres de Arquitectura de la UNI. 

“En el 2014 obtuvimos una patente y este año volvimos a ganar. Lo que viene ahora es presentarlo en el concurso de Concytec:  Proyectos Especiales-Modalidad Necesidades Emergentes al Covid-19, depurar el prototipo y validar los equipos para que la gente esté segura de esta tecnología y la use sin ningún problema”, finaliza Gonzales Arnao.