El subliminal mensaje de PPK: “tenemos que colgar a los rateros”
El problema de fondo en el Perú es la corrupción política, que ayer el presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski, lo ha subrayado en su visita en el distrito La Arena, en Piura, cuyo ex presidente regional Gerardo Viñas Dioses, fue sentenciado por actos de corrupción.
Durante la inauguración el programa de Trabaja Perú en favor de los damnificados, puso hincapié sobre la mala calidad de obras de infraestructura vial, ejecutadas por los gobiernos regionales y locales, en complicidad con las empresas contratistas que ganan licitaciones con pago de coimas. El claro ejemplo, la constructora brasileña Odebrecht.
«Vengo de un distrito lejano de aquí, Huancabamba. Ellos también necesitan cosas (…), necesitan una carretera bien asfaltada y no con contratistas que roban porque ponen mezcla mala. Si queremos progresar en el Perú, tenemos que colgar a los rateros», manifestó.
El peculiar mensaje fue dirigido para los alcaldes y presidentes regionales, que pretenden sacar provecho del proceso de reconstrucción en las zonas afectadas por las fuertes lluvias, inundaciones y huaycos.
El mensaje subliminal de PPK, está orientado a que la población estén vigilantes sobre el actuar de sus autoridades, si estos mal utilizan dineros destinados para el proceso de reconstrucción tendrían que ser “colgados”.
Sin embargo, podría tener un efecto negativo, sin bien la ciudadanía debe mantenerse vigilante con los inversión y los destinos del presupuesto público, el mensaje del presidente podría ser aprovechado por adversarios políticos cuyo único fin es asumir el poder a cualquier costo.
Algo así ocurrió en el año 2004, en distrito de Ilave, en la región Puno, donde el entonces alcalde Cirilo Robles Callomamani, fuera acusado por presuntos de actos de corrupción, y una turba irrumpió en su casa en que se desarrollaba sesión de concejo, le sacaron y le llevaron a la Plaza de Armas de dicha localidad, le torturaron y lo arrastraron hacia un puente, no soportó los múltiples golpes y murió.
Un episodio atroz, que dio la vuelta al mundo, en Ilave las acusaciones de actos de corrupción contra sus autoridades continúan. La lucha contra la corrupción no sólo es lanzar advertencias, sino una reforma estructural del Estado y el cambio de actitud de la sociedad peruana.