¡CORRE QUE NO LLEGAS…!, El Metropolitano
Será una MEGA OBRA!!! – decían los voceros del «Mudo», solucionará el problema del tráfico en Lima -se ilusionaban otros-, vaya fiasco el que nos llevamos todos los mortales de a pie que hemos aceptado como parte de nuestro vía crucis matutino, el tristemente célebre METROPOLITANO.
Criollamente llamado «Metropunteador» por las mañas de algunos enfermos, que no dudan en aprovechar la inhumana forma de viajar, para dar rienda suelta a sus acciones, especialmente con las damas.
han pasado unos 7 años desde su inauguración, realizada el 28 de julio del año 2010, durante la segunda gestión de Luis Castañeda L. Anterior a este nefasto sistema de transporte, el panorama no era mas alentador pues el famoso sistema de ENATRU ya nos preparaba para viajar cual carneros en camión de carga.
Desde esos tiempos hasta la actualidad no hemos mejorado en nada, seguimos haciendo colas y colas, recordando siempre al sinvergüenza de Alan Garcia, quien no siendo pitoniso, nos adiestró bien en el arte de formar largas filas y esperar tiempos prologados,la única diferencia es que ahora llevamos una tarjeta que se cobra la fabulosa suma de 2.50 soles por el viajecito; que incluyen pisotones, empujones, gritos, malos olores y para que el paquete este completo la típica «punteadita», sin duda toda una odisea.
Este dichoso sistema de transporte conforma uno de los tantos «faenones» del mudo, desde luego aprovechandoce del naturalizado dicho de muchos limeños, el tristemente célebre conocido como «ROBA PERO HACE», si pues, para muchos que tenemos que viajar en esa «GRAN OBRA» llamada metropolitano, vivimos en carne propia el estrés a inicio de nuestro día.
La realidad te hace caer sentado cuando dejas de ver los comerciales sobre las nuevas y mas rápidas lineas de dicho transporte y te haces a su uso; desde que bajas en la estación Naranjal ya es una carrera de «zombis», pues quien no la pica y cabrea los carros no la hace, eso si, tarjetita en mano ya que los segundos valen oro.
La cola es inmensa desde las 6am, hay para todos los gustos, sentados y parados; los que van sentados demoran más en abordar el bus, los que vamos parados tenemos que hacer de tripas corazón y tratar de buscar el mejor rincón junto a la puerta paralela para no ser víctimas del sanguchito sistemático; y ni quejarse porque todos vamos cual sardinas en lata, algunos «vivazos» se suben en la parte trasera del bus y hacen de su viaje una experiencia mas placentera que ir parados, sin embargo otra es la realidad para los que tenemos que viajar de pie, con la constante alerta de no rosar ni que te rosen, sin duda todo un martirio.
Para los que viajamos por la vía expresa el trayecto ahora esta dividido en dos, de Naranjal hasta Estación Central y de Estación Central hasta Matellini; ni bien bajas en Estación Central se emprende otra carrera, donde la ley del mas fuerte y veloz se impone. La lucha se da hasta llegar a la puerta donde se aborda la linea 1, linea que te lleva por toda la vía expresa, la gente emprende, misma competencia de 100 metros planos, una carrera a toda velocidad cuidándose de no sacarse la «MUGRE» en el piso resbaloso. Lo peor llega cuando, ya en la fila, no faltan personas que estando terceros se quedan parados obstaculizando el paso, si pues, como si los asientos que sobran, después del primero y segundo, no fueran de su agrado.
Después de un tramo más, de empujones, pisadas de callo y puertas que se cierran con gran dificultad, se llega al destino para empezar el día.
Así estamos todos en Lima, satisfechos con lo que nos merecemos; una lástima y una recompensa al criterio mediocre de elegir autoridades que solo se sirven de la ignorancia de una sociedad donde la TV basura y los mecanismos que adormecen al pueblo, parece ser que han surtido efecto. Para llorar.