Así sería la Tercera Guerra Mundial entre EEUU y Corea del Norte
Las acciones de Donald Trump en la península coreana, que aparentemente han buscado «demostrar fuerza» y «mostrar determinación», podrían salirse de control y devenir en una Tercera Guerra Mundial con consecuencias catastróficas.
Así lo hace notar el periodista Sean O’Grady, en un artículo para el diario británico ‘The Independent’, precisando que tales hechos serían responsabilidad exclusiva del líder norcoreano, previa incitación del presidente estadounidense.
«Con o sin la ayuda» de Donald Trump, Kim Jong-un podría fácilmente «hundir el planeta en su Tercera Guerra Mundial en un siglo», que sería «mucho más destructiva» que las dos primeras, estima O’Grady.
Para él, estos serían los pasos previos a este conflicto bélico de escala mundial:
- Sintiéndose «abandonado y expuesto», Kim podría lanzar unos misiles, tal vez en dirección a Japón, «siempre un objetivo popular».
- Trump, fiel a las medidas adoptadas en Afganistán y Siria, podría tomar represalias con un ataque «quirúrgico» y «proporcional» contra algunas de las instalaciones de Corea del Norte.
- En respuesta, Pionyang hunde un buque de guerra surcoreano.
- Se producen escaramuzas en tierra, que provocan víctimas entre los soldados norcoreanos.
- Kim dispara otro misil hacia la frontera y mata soldados estadounidenses.
- Trump responde con bombardeos convencionales contra edificios gubernamentales y las estatuas del padre y del abuelo del líder norcoreano.
- Kim ve a su régimen «letalmente amenazado». Ahora «no ve ninguna alternativa, nada que perder». Libera sus enormes fuerzas convencionales con la esperanza de que los estadounidenses retrocedan y lo dejen en el poder. Los tanques invaden la zona desmilitarizada, los soldados estadounidenses «son masacrados».
- EE.UU. está plenamente involucrado en el conflicto, al que se van uniendo también otros actores.
Lo grave de esta guerra sería que no habrá escasez de municiones, pues en ese rincón del mundo se encuentran las fuerzas militares más grandes y poderosas del planeta: EE.UU., Rusia —que tiene frontera terrestre con Corea del Norte—, China, Corea del Sur, con sus crecientes Fuerzas Armadas, y por supuesto Corea del Norte.
A juicio de O’Grady, Kim Jong-un no es un «loco», pero si piensa que «no tiene nada que perder» y que EE.UU. puede hacer con él lo que hizo con Saddam Hussein o Muammar Gaddafi, «¿qué lo detendría para no llevarse consigo a unos cuantos millones de coreanos y japoneses, además de unos cuantos miles de soldados yanquis?».
El coste en vidas humanas y a nivel económico «no tendría precedentes», «millones morirían, unos cuantos más resultarían heridos y economías enteras quedarían devastadas», pronostica O’Grady, añadiendo que «no habría reconstrucción» posible del invierno nuclear tóxico.