Así fue como los panameños destruyeron al poderoso Grupo Gloria
Hace siete años atrás, las autoridades peruanas, no apoyaron a los productores ni a los consumidores. Ahora tras el escándalo a nivel internacional, indecopi tuvo que suspender la venta de Pura Vida. Por su parte el ministerio de Agricultura, se opone a una ley que prohíba la “Reconstitución” de la leche, dispositivo que ya se habría implantado en Panamá.
El ingreso de “Pura Vida” del Grupo Gloria al mercado panameño, hizo que los ganaderos de este país, miraran a detalle el envase del producto que ingresó silenciosamente y con un precio bajo al mercado, a través de la Cadena 99 que era la encargada de importar y distribuir en supermercados el producto de la empresa Gloria.
“En Panamá hay una norma que prohíbe la reconstitución de leche, proceso que no es más que comprar leche en polvo en el mercado internacional, ponerle agua, agregarle saborizantes y otros ingredientes ajenos y luego venderla como si fuera leche fresca. Eso es una práctica desleal en el comercio de leche”, dijo Euclides Díaz, ganadero, economista de profesión y secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos de Panamá, quien fue uno de los que descubrió el engaño.
Los ganaderos de panamá no se quedaron de brazos cruzados y emprendieron a realizar un seguimiento al producto. Sabían que el público de su país que es muy tradicional en sus consumos, no iba a adquirir dicho producto. Sin embargo, Pura Vida tenía un costo bajo (un 35% menos que la leche líder) lo cual hizo que los panameños empezaran a consumirla.
“Cuando ingresa Pura Vida a nuestro mercado, inmediatamente miramos el envase y tras pruebas de laboratorio observamos que era peor de lo que pensábamos. No sólo se trataba de una leche reconstituida, sino que prácticamente no tenía leche. A eso en Panamá le llamamos ‘chicha’, una bebida cualquiera. A eso no se le puede llamar leche”, afirmó Díaz con tono indignado.
Fue así que la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (AUPSA) y el Ministerio de Salud decidieron retirar la bebida “Pura Vida” del mercado de ese país. La Asociación de Ganaderos de Panamá hizo pública la noticia a través de la prensa y el escándalo llegó rápidamente a Lima para mala suerte de Gloria.
Este mismo caso en Perú
Mientras que los ganaderos y productores de lácteos panameños fueron respaldados por sus autoridades, y los consumidores recibieron la debida protección ante semejante engaño, en nuestro país, las autoridades dieron siempre la espalda tanto a los productores de lácteos como a los consumidores.
En julio de 2009 el grupo Gloria fue denunciado por Laive, por las mismas razones que lo hicieron los ganaderos panameños: Engañar al consumidor. Pero en el 2010 Indecopi declaró infundada la denuncia. Luego, en febrero del 2012 fueron los representantes de la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (AGALEP) los que tocaron las puertas del Indecopi y se reunieron con Hebert Tassano Velaochaga, entonces cabeza de ese organismo. Las quejas eran las mismas. Pero tampoco les hicieron caso.
“El ministro de Agricultura, José Manuel Hernández, sale a decir que Indecopi sancione a las empresas, cuando es el Ministerio de Agricultura el responsable, el que debería defender la producción y la identidad del producto. La leche tiene que consumirse como leche. Lo que se vende en el Perú es un Frankenstein, un producto con insumos como la carragenina, la maltodextrina, el aceite de palma, sustancias tóxicas que están prohibidas en otros países y que acá las usan para que den consistencia, de lo contrario la leche en polvo que mezclan con agua se quedaría asentada en los envases”, mecionó indignado el ganadero lechero de AGALEP Héctor Guevara.