Viernes, 22 de noviembre 2024 - Diario digital del Perú

Aimaras y militares a un paso del enfrentamiento en la frontera con Bolivia

Actualizado: 9 febrero, 2023

LAPATRIA

Hasta el cierre de edición se conoce que un contingente de cerca de 150 efectivos militares se instalaron en el Centro Binacional de Atención en Frontera (CEBAF) en Desaguadero (Puno) luego de un encuentro tenso con la población aimara.

El encuentro incluyó disparos al aire, forcejeos, advertencias y pedradas. Lo que disparó las alarmas de la población son los efectivos vestidos de civil que pretendían mezclarse con ellos.

Incursión

La madrugada de este jueves 9 de enero, se reportó que un columna de militares despejó algunos tramos de las vías en Santa Rosa, Masocruz y Desaguadero; en paralelo, otro contingente despejó una tramo de la carretera Puno-Ilave.

Desde las primeras horas de la mañana, los ciudadanos de Desaguadero se enteraron que los militares estaban cerca de la ciudad.

Desaguadero es una ciudad clave para el comercio entre Perú y Bolivia pues ahí se encuentra el control fronterizo y, muy cerca, el puente internacional por el que se accede a Bolivia. Además, a pocos kilómetros se ubica en complejo CEBAF.

Los pobladores de Desaguadero, en su mayoría, se autodefinen aimaras y, hasta el momento, mantenían un férreo control sobre la zona por el paro contra el gobierno de Dina Boluarte.

Expulsión

En la mañana, cuando la columna de militares ingresaba a la ciudad, un grupo de pobladores bloqueó la vía y exigió que se retiren de la zona. La presencia de efectivos vestidos de civil alteró aún más los ánimos.

Estando cara a cara, los ciudadanos preguntaron la razón de su presencia. Uno de los efectivos que se identificó como el comandante (evitó decir su nombre) dijo que solo iban a verificar la situación de la frontera.

Ante esto, los ciudadanos se negaron a darles paso y los presionaron para que se retiren por el mismo camino. Al grito de «El pueblo unido, jamás será vencido», los manifestantes, a empujones, hicieron retroceder a la columna.

Los militares accedieron a retirarse pero, el camino hacia arriba del cerro Ojamani aparentemente agotó a algunos militares venidos de Tacna, en la costa.

Disparos al aire

Los aimaras escoltaron a los militares en su camino de vuelta y, en el trayecto detectaron que, entre ellos, caminen desconocidos vestidos de civil, y quisieron identificarlos.

Ese fue el momento más tenso del encuentro pues, los militares protegieron a los de civil y hubo empujones, golpes y forcejeos. En el momento en que se reagruparon, los militares dispararon al aire.

Los aimaras decían. » disparen, disparen, van a ver cómo se viene la gente». Esto no ocurrió.

Ocupación de Cebaf

El episodio acabó con la promesa del comandante de abandonar la zona, pero horas más tarde, se supo que los militares dieron un rodeo y se dirigían a instalaciones del CEBAF.

Los aimaras se dieron cuenta y, prácticamente, persiguieron a los militares lanzándoles ladrillos, piedras y más objetos. Como respuesta los soldados dispararon, aparentemente, al aire.

Con esto terminó todo diálogo entre los ciudadanos y los militares. Horas más tarde se tuvo noticias de otro contingente que quiso partir desde el cuartel de Pomata pero no pudo porque los piquetes habían bloqueado la carretera nuevamente.

La situación es tensa, los pobladores desconfían mucho de los militares y, de los posibles infiltrados de la policía.

El escenario

La zona, prácticamente estaba fuera de control del Estado. Las comisarías fueron desocupadas y, en algunos casos quemadas.

Los transportistas del lado boliviano indicaron que llevaban 42 días atrapados en el frontera sin poder cruzar ni regresar.

Los aimaras son conocidos por su unidad y rebeldía, por lo cual los policías no pudieron hacer nada para frenar sus medidas de protesta.


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