África es el nuevo dolor de cabeza para la OTÁN y EEUU
La noche del 26 de julio un grupo de militares de Níger, un país de 25 millones de personas, apareció en pantallas de televisión anunciado la destitución del presidente electo y, pocos días, después anunciaron su negativa a exportar su uranio a Francia, con lo cual se confirmó que África, está dejando de ser la colonia económica de los europeros y estadounidenes.
No se trata de un hecho aislado pues, desde hace años, los líderes políticos y militares de los países africanos han dado señales de alejamiento de la órbita occidental y el acercamiento a Rusia y China.
Así se anunció el golpe de estado.
Asoma China
Según los datos de la Iniciativa de Investigación China-África de la Universidad Johns Hopkins, los países africanos acumularon, hasta el año 2022, una deuda de 153.000 millones de dólares con China.
En total, se calcula un total de 1 mil 143 préstamos del gobierno Chino a los países africanos entre el año 2000 y el 2019. Estas cifras son el mejor resumen de las relaciones entre orientales y africanos.
De Rusia con amor
Desde los tiempo en que la Unión Soviética apoyaba los movimientos de independencia del colonialismo europeo, los países africanos tienden a ver con buenos ojos a Rusia y más en la actualidad cuando son objeto de una suerte de seducción por parte de Putín.
Este viernes se dio la clausura la cumbre África-Rusia y terminó con el ofrecimiento de enviar grano gratis a Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, Eritrea y República Centroafricana
Además, anunció la firma de 40 convenios militares con distintos países pero, esto es poco pues desde hace años, Rusia ha tenido una incidencia directa en la República Centroafricana donde sostiene a Faustin-Archange Touadéra en la presidencia con la ayuda de mercenarios.
Profundo resentimiento
Francia, en su momento de mayor expansión colonialista, controlaba casi un tercio del territorio del continente. El esclavismo, el sometimiento, el saqueo de recursos, el racismo, la explotación económica y todos los horrores están relacionados a la presencia europea en África.
De esta manera, cualquier discurso antioccidental, antiimperialista, es bien recibido por amplios sectores de la población lo que tiene eco en el discurso de las clases dirigentes.
Por ejemplo, el presidente de Burkina Faso, Ibrahim Traoré cerró su participación en la cumbre ruso-africana con las siguiente palabras “El tiempo de África de la esclavitud a los regímenes occidentales ha terminado, y la batalla por la plena independencia ha comenzado… o la patria o la muerte”.
De su propia medicina
La estrategia común del imperialismo norteamericano y europeo-occidental en los últimas décadas fue le injerencia indirecta, apoyando golpes de estado, fraguando levantamientos o mediante el boicot económico.
El imperialismo Ruso y Chino «dio de su propia medicina» a la influencia occidental pues, es evidente la mano de estos países en los acontecimientos políticos del último lustro.
Entre el año 2021 y 2022, se dieron cinco golpes de estado en los paises de Malí, Chad, Guinea, Sudán y Burkina Faso a estos golpes se suma el de Níger.
Justamente, tras el golpe de estado el último país mencionado y la amenaza de una intervención militar francesa, los gobiernos o, mejor dicho, juntas militares, de Mali Burkina Faso y Guinea se linearon con Níger, declarándose aliados.
Si occidente orquestó la primavera árabe; Rusia y China, propiciaron una suerte de verano africano.
Jugando con fuego
Colocarse en el medio de una disputa de potencias le resultó muy mal a Ucrania, país endeudado, sometido y ensangrentado.
Tampoco le resultó bien a sudamérica cuando se liberó de España con apoyo de Francia e Inglaterra pues, con el tiempo, pasó a agachar la cabeza frente a las nuevas grandes potencias.
Los ingentes recursos mineros de África están en juego con el peligro de un nuevo baño de sangre en el continente más golpeado de la historia.