Al menos 58 muertos por un ataque «químico» en Siria
La oposición siria acusó el martes al régimen de Bashar al Asad de cometer un ataque «químico» en el que murieron al menos 58 civiles y 170 resultaron heridos en un bastión rebelde en el noroeste de Siria.
Al menos 11 niños figuran entre las víctimas del bombardeo en Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Un vídeo difundido por activistas mostraba a un pequeño respirando con dificultad, apenas capaz de abrir los ojos y con espuma saliendo por su boca.
El balance de muertos fue agravándose durante la mañana, conforme nuevas víctimas, todas civiles, morían «tras ser trasladadas a los hospitales», precisó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
La Coalición Nacional, una de las mayores organizaciones de la oposición siria, acusó al «régimen criminal de Bashar» de ser responsable del bombardeo con «obuses con gas químico» y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que «convoque una reunión urgente tras este crimen y abra una investigación inmediata».
Francia se sumó poco después a esa petición y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, culpó al régimen sirio del «horrible» ataque.
La corresponsal de la AFP en un hospital de Jan Sheijun vio a pacientes con espuma saliendo de la boca. Muchos eran rociados con agua mientras los médicos trataban de reanimarlos.
Según la periodista, el hospital fue posteriormente bombardeado, provocando importantes daños en el centro y la huida de los médicos entre los escombros.
DESMAYOS, CONVULSIONES Y VÓMITOS
La provincia de Idlib se encuentra controlada mayoritariamente por una alianza de rebeldes y yihadistas y es bombardeada regularmente por aviones del ejército sirio y de Rusia. También, por la coalición liderada por Estados Unidos para neutralizar a yihadistas.
«Todos los casos tratados presentan desmayos, convulsiones, pupilas dilatadas, espuma en la boca y sofocos», explicó un médico poniendo una máscara de oxígeno a un niño, según un vídeo difundido por la dirección de sanidad general gestionado por los rebeldes.
El Observatorio afirmó que los civiles murieron por asfixia, aunque dijo desconocer de qué tipo de gas se trataba.
La organización basada en Gran Bretaña, que cuenta con una vasta red de fuentes en Siria, no pudo decir si los bombardeos provenían de aviones del ejército sirio o rusos, aliados del régimen.
Por su parte, el régimen no se ha pronunciado sobre los ataques.
En octubre de 2016, el Consejo de Seguridad recibió un informe confidencial concluyendo que el ejército sirio había llevado a cabo un ataque químico, sin duda con cloro, en Qmenas (provincia de Idlib) el 16 de marzo de 2015.
El gobierno sirio, que ratificó la Convención sobre la prohibición de armas químicas en 2013, ha desmentido en muchas ocasiones el uso de armamento químico, pero las acusaciones a Damasco por emplear este tipo de armas se suceden, y una investigación dirigida por la ONU ha apuntado al régimen por al menos tres ataques con clorina en 2014 y 2015.