Revelan el secreto de la popularidad del presidente de Rusia Vladimir Putin
El periodista Jay Ogilvy desvela en su artículo publicado por la empresa estadounidense Stratfor el secreto de la popularidad de Vladímir Putin en Rusia.
Ogilvy considera que muchos ciudadanos estadounidenses, para los cuales la popularidad de Putin sigue siendo un enigma, siguen pensando en Rusia en términos de la Guerra Fría.
Este enfoque negativo fue alimentado por los estereotipos de la cultura popular occidental que hablan sobre los «infinitos personajes malignos de Rusia».
Para desvelar estos pensamientos erróneos que abundan en los principales medios de comunicación, Ogilvy propone echar un vistazo a la historia del país eslavo. Eso, según el periodista, ayudará a entender por qué muchos rusos quieren a su presidente.
Tras el fin de la Guerra Fría, muchos habitantes del mundo suspiraron con alivio y estaban listos para recibir con los brazos abiertos a los rusos que se habían liberado del ‘yugo del comunismo y del totalitarismo’.
No obstante, los años 90 fracasaron en convertirse en un periodo de auge de la democracia; al contrario, el país eslavo se sumergió en un caos.
La economía rusa se vio arruinada debido a que el proceso que buscaba transformarla en una economía de mercado estuvo mal organizado. Como consecuencia, la gente perdió muchos de sus ahorros y pensiones.
Para muchos ciudadanos rusos la vida se hizo más difícil de lo que era anteriormente. En 1998, el rublo —la moneda nacional— se derrumbó y muchos bancos nacionales cayeron en la bancarrota.
Para comienzos del siglo XXI Rusia había perdido su estatus de superpotencia mundial, mientras que el caos reinaba en su economía.
Después de que Vladímir Putin ocupara el cargo de presidente, la situación económica se estabilizó y durante los siguientes 14 años los ingresos de los ciudadanos rusos se multiplicaron siete veces.
«Durante el Gobierno de Putin millones de rusos se han adherido a la clase media global. Apoyada por los altos precios de petróleo, la economía de Rusia superó con facilidad la de sus socios del G-7 entre 2000 y 2014», escribe Ogilvy.
No obstante, los índices de aceptación del presidente no se explican solo por la situación económica y esto fue una de las causas por las que la popularidad de Putin no se vio afectada cuando los ingresos de la población disminuyeron durante los últimos años.
Tras el caos y la pobreza de los años 90 y la pérdida del estatus de superpotencia, los ciudadanos rusos volvieron a estar orgullosos de su país, especialmente cuando Crimea se reunificó con Rusia.
«Rusia, junto con otros países, hubiera podido resolver muchos problemas relacionados con el medio ambiente, terrorismo o economía global. No obstante, nuestra tragedia [la de EEUU] radica en el hecho que nos encontramos en una situación de oportunidades perdidas, que es afectada por malos medios de comunicación».
Según el autor, la situación en Rusia podría haber tenido múltiples desenlaces. Por ejemplo, si en 1991 EEUU no hubiera puesto sus ojos en la primera guerra del golfo, Washington podría haber tendido su mano a Rusia al igual que lo hizo Alemania del Oeste a la del Este tras la caída del muro de Berlín.