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«La ‘amenaza roja’ real para EEUU está dentro del propio país»

Actualizado: 7 junio, 2017

ANDINA

Washington no debe temer a Moscú, sino a sí mismo, puesto que el país norteamericano se parece cada vez más a lo peor de la Unión Soviética, opina el historiador y exmilitar estadounidense William Astore en su artículo para el medio The Nation.

El columnista rememora un artículo publicado por The Atlantic en mayo de 2001, cuyo autor había anunciado que «Rusia estaba acabada» y había aseverado que Moscú estaba viviendo un «descenso imparable hacia una catástrofe social y hacia la irrelevancia estratégica».

Dieciséis años después, está claro que el mensaje de aquel artículo fue precipitado. El país eslavo se enfrenta en la actualidad a varios problemas, es cierto, pero en la escena geopolítica mundial está lejos de estar acabado, señala Astore.

Por su parte, EEUU está convirtiéndose en una nación que camina hacia un descenso imparable, añade el artículo de The Nation.

«Sí, Estados Unidos padece el problema soviético, y no me estoy refiriendo a las numerosas acusaciones que aparecen en la actualidad en Washington», señala Astore en alusión a los intentos de ciertos altos funcionarios de EEUU de hallar por todos los medios una supuesta conspiración entre el nuevo presidente, Donald Trump, y el Kremlin.

«La ‘amenaza roja’ real para Estados Unidos está dentro del propio país», puntualizó.

Astore afirma que en el año 1986 asistió a una reunión informativa secreta que versaba sobre la URSS. Y recordó que, durante dicho encuentro, le habían comentado que la URSS era un país autoritario que vigilaba a sus ciudadanos y que tenía una economía que dependía de las ventas de armas en diferentes partes del mundo.

Según el periodista, la Unión Soviética fue presentada como un país imperialista que buscaba el dominio nuclear y perseguía a los disidentes. Los problemas interiores del país comunista «se agravaban con los problemas de su política exterior», en particular con la guerra en Afganistán. Además, ciertos países consumían los recursos de Moscú, pero ofrecían muy poco a cambio.

El autor señala que aquellos problemas de la URSS de 1986 son muy semejantes a los que atraviesa EEUU hoy en día.

Astore cita varios ejemplos. En particular recuerda que el país norteamericano cuenta con 17 servicios de inteligencia, cuyo presupuesto anual conjunto se cifra en 80.000 millones de dólares. El exmilitar indica que, en la época actual, el Estado norteamericano vigila a sus ciudadanos más que nunca en la historia del país.

Además, la economía norteamericana depende de las exportaciones de armas. Entre otras cosas, Washington planea gastar más de 110.000 millones de dólares en la modernización de su arsenal nuclear a lo largo de los próximos 30-35 años.

Los historiadores califican a menudo a EEUU como un imperio ‘informal’. Washington cuenta con unas 800 bases militares en todas las partes del planeta. Los servicios especiales estadounidenses actúan anualmente en más de 130 países del mundo, y «no hay nada informal en esto», observa el columnista.

Astore concluye que EEUU debe lidiar como pueda con estos asuntos.


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