Las drogas que usan los terroristas: les quita el hambre y les da energía

Debido a que la guerra implica grandes esfuerzos y lesiones que en algunos casos son irremediables, los terroristas del Estado Islámico, específicamente los que están en Libia, hacen uso de estupefacientes (léase drogas) para que sus miembros no tengan hambre ni sientan dolor, además de tener más energía.

Tramadol se llama una de las drogas sintéticas que usan los terroristas. Hace unos días, a propósito, se incautó un cargamento de 37 millones de estas pastillas, las cuales están valorizados en 75 millones de dólares, en el puerto de Génova (Italia). Todo estaba escondido en tres contenedores que declaraban estar transportando champú y tejidos.

«El Estado Islámico está haciendo una fortuna con su tráfico al dársela [la droga] a los combatientes para que no sientan dolor», ha declarado un investigador italiano, luego de ser consultado al respecto del Tramadol.

La otra droga que usan se denomina Captagón, y es la más repartida entre ellos, pues los mantiene alerta durante horas, les quita el hambre e incluso les proporciona energía.

Este estimulante sintético fue desarrollado en la década de 1960 para tratar la hiperactividad y la narcolepsia. Pese a haber sido prohibida en la década de 1980, la droga sigue produciéndose de manera clandestina en el Líbano, Turquía y sobre todo en Siria, llegando a ser la droga más popular en la región.

Según los entendidos en la materia, el Captagon es barato y fácil de producir, y «en los últimos años se ha convertido en la droga favorita en Oriente Medio», pues su precio es módico. Consecuentemente, resulta normal que sea utilizada incluso por niños de 12 años y mujeres, en su vida cotidiana.