Por qué Puerto Rico se declaró en quiebra y qué tiene que ver EEUU

Con una tasa de pobreza del 45%, un desempleo del 12%, que dobla la media de Estados Unidos, y una población que decrece por la emigración, Puerto Rico parece vivir la peor crisis de su historia, por lo que incluso se declaró en quiebra.

El estado libre asociado de Estados Unidos (Puerto Rico es considerado su territorio) tiene una deuda con diversos acreedores que asciende a US$73.000 millones, la cual es impagable para ellos desde el 2015, según lo reveló su gobernador de ese entonces, Alejandro García Padilla

Ante esta situación, la isla ya se acogió al Título III de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, por sus siglas en inglés), aprobada por el Congreso de Estados Unidos hace menos de un año, en el gobierno de Barack Obama.

Consecuentemente, se creó Junta de Supervisión Fiscal (JSF), entidad gubernamental puertorriqueña destinada a «proveer un método para que logre responsabilidad fiscal y acceso a los mercados de capital».

Con ello, Puerto Rico podrá renegociar la deuda, convenios de pago individuales y colectivos ya asumidos, acuerdos con proveedores e incluso sentencias con carácter retroactivo. Sin embargo, en el marco del tribunal federal, también se podrán congelar algunos activos de la isla y condicionar su acceso a nuevos capitales.

Para los acreedores de Puerto Rico, principalmente los titulares de bonos, definir la liquidación de la deuda en un tribunal federal y no de manera negociada, le quitará a la isla autonomía económica por años.

Este proceso de reestructuración de la deuda, a la vez, supone una serie de recortes a las pensiones de los retirados, en el sistema de salud, en el sistema de educación superior y otros rubros del gasto público.

El origen de la astronómica deuda de Puerto Rico proviene de una crisis económica iniciada en el año 2000, pero se multiplicó hace poco más de una década.