Migración venezolana, migración maquinada
La migración venezolana, ha llegado a un punto de soporte que genera rechazo. Pocos comprenden el problema y la gente reacciona contrariada porque desconoce las causas. Tampoco les importa. Solo quieren que se vayan. Pero esta migración, es provocada por intereses de dominación externa. Culpamos a las víctimas, y no a los victimarios.
El sistema de dominación capitalista es manejado por el centro de poder mundial, en manos de países que se enriquecen a costa de los países dominados. Han impuesto un orden mundial que les da el sitial que ahora tienen. Atentar contra este orden es una grave amenaza a esa cúpula y toda desobediencia debe ser combatida para evitar que el sistema se desmorone.
El sistema tiene diversos mecanismos de seguridad para mantener el orden establecido: prensa internacional, religión, institucionalidad, tratados internacionales, red económica, espionaje, red financiera, y muchos otros, a través de los cuales controla a los dominados. Cualquier intento de independización, es sancionada mediante diversas represalias, para que el país rebelde regrese al rebaño.
Uno de los mecanismos de dominación es la moneda mundial única. El dólar es la moneda obligatoria del sistema para toda operación económica internacional. Todas las monedas nacionales pueden devaluarse, pero no el dólar. A mayor necesidad de dólares, crece demanda haciendo subir su precio y todos estamos obligados a despojarnos de nuestro dinero, aunque no hagamos negocios internacionales, pues el pan es hecho con trigo importado pagado en dólares. Con ello, fortalecemos y enriquecemos más a nuestros depredadores.
El gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, siguiendo los pasos de Velasco, tuvo el atrevimiento de tomar decisiones propias e independientes. En vez de comprar armas a EE UU como es de reglamento, optó por comprarle a Rusia. Buscó otras vías comerciales a conveniencia de su patria y reorientó sus relaciones internacionales. Esta osadía, le ha costado a Venezuela todo tipo de represalias, incluyendo la incautación de su dinero en bancos extranjeros y otras expropiaciones.
EE UU ha ensayado de todo tipo de represalias: atentados, gobierno paralelo, movilizaciones financiadas, traiciones, golpes de estado, bloqueo económico, bloqueo financiero, bloqueo de medicinas, de alimentos, bloqueo comercial, y más, con el fin de derribar al gobierno venezolano. Nuestro país ha contribuido a ello, actuando como adulón del amo, de muchas maneras, incluyendo la formación del “Grupo de Lima”, además aplicar coacciones diplomáticas. Pero el gobierno venezolano no ha cedido.
Parte de la estrategia norteamericana es estrangular la economía venezolana para generas protestas populares contra el gobierno. Todo este sabotaje, apoyado por Perú, recae sobre la población hundiéndolo en situación desesperada. De este modo, el pueblo venezolano es empujado a emigrar para no morir de inanición. Es como retirarle el oxígeno a lo convalecientes.
Nosotros estamos cosechando lo que hemos sembrado contra Venezuela. Como país adulón del amo yanqui, somos partícipes del sabotaje y bloqueo económico contra ese país y otros. Hemos propiciado la emigración hacia nuestro país. EE UU no acepta migrantes venezolanos, pero nosotros sí. No lo hacemos por humanidad, sino por razones adulonas contra el gobierno agredido.
Ahora mismo, en el Perú, cuando los líderes políticos de países hermanos opinan sobre la sangrienta protesta social que hemos tenido en el verano pasado, se rechaza por “injerencia en nuestros asuntos internos”. Al mismo tiempo, desde EE UU se indica que debería haber adelanto de elecciones en nuestro país, pero en este caso, nadie protesta, ni se dice que es injerencia en asuntos internos. La diferencia es clara, vergonzante y ominosa.
Los países latinoamericanos estamos bajo sujeción del amo continental que, desarrolla toda clase de mecanismos para someternos por la buenas o, por las malas. Esto, es lo que no entienden, ni quieren entender, los políticos. Los principales líderes de “Nuevo Perú” y “Frente Amplio” condenan al gobierno de Venezuela y Cuba, desconociendo los orígenes de las dificultades económicas que sufren. La migración venezolana es fabricada por EE UU y sus lacayos.
La intervención de la CIA en nuestros asuntos internos, ahora usa la inteligencia artificial para manejar el rebaño latinoamericano. Genera opinión pública según su conveniencia, apoya protestas derechistas y financia la subversión antipopular, con la más avanzada tecnología. Según la prensa rusa RT, la tecnología “TOR”, ayuda a los manifestantes a mantenerse en contacto sin ser detectados (¿caso grupo fujimorista “Resistencia”?).
Donde no hay internet, convierte los tuits telefónicos, en mensajes de twitter para coordinar acciones. Da indicaciones inalámbricas en plena marcha de manifestantes mediante un software llamado “Riot” que da acceso a internet sin ser detectado. Pero hay muchos medios de presión actuando al mismo tiempo, en cada situación considerada como amenaza al ordenamiento hegemónico.
De modo que, la migración es resultado del sabotaje a los países que intentan ser independientes. En estas condiciones, tenemos en el Perú, alrededor de millón y medio de migrantes venezolanos, con muchos delincuentes y agentes de la CIA infiltrados, algunos de los cuales participan en movilizaciones políticas e inteligencia política.
Nosotros sufragamos los programas sociales y de salud a los que se acogen los migrantes, pero también somos víctimas de la delincuencia infiltrada. Es el costo que pagamos por nuestra adulación política al poder hegemónico. Pero la culpa no es de los migrantes, sino de la maldad de nuestros dominadores, que no aceptan nuestra libre determinación.
Estando de por medio un enemigo tan poderoso, se requiere destreza para evadirlo y avanzar sin enfrentarlo directamente. Velasco pudo avanzar en su propósito con la estratagema de decir que la revolución de la fuerza armada no era “ni capitalista ni comunista”, pero lo que estaba haciendo era ir en dirección socialista. Cuando Fidel asistió a la asunción de Allende como presidente de Chile, Velasco fue a abrazarlo en su paso por nuestro aeropuerto.
Esto, no lo entendieron ni quisieron entenderlo los ultras de Vanguardia Revolucionaria, Patria Roja y los maoístas cerrados que, pasaron a la oposición contra Velasco. Es la historia de siempre, por nuestra condición humana. La emotividad suele sobreponerse a lo racional, por un virus ideológico de fanatismo. Disculpen si ofendo.