«Que se vayan todos… para que vengan otros y sigan con el mismo drama»
Los periodistas empresariales pasaron de “que se vaya Castillo” a “Que se vayan todos”. La maniobra es evidente: los grupos de poder económico están confiados en mantener el poder del Congreso a pesar de las nuevas elecciones mientras que la gran apuesta es la de recuperar el Ejecutivo.
Para ellos, Pedro Castillo fue una suerte de accidente y no el reflejo del desgaste del orden económico y sus instituciones, por lo cual, en una eventual nueva elección, preven mantener “todo controlado”.
De manera que, si ellos están confundidos y las elecciones nuevamente les resultan adversas para sus intereses, está claro que se comportarán exactamente igual que con Castillo. Ese es el camino del “que se vayan todos”.
¿Qué tipo de Congreso vendrá luego de este? ¿Qué otra cosa se espera si no es a Jorge Muñoz y Jorge del Castillo como congresistas o el regreso de Luz Salgado o la misma Martha Chávez. Se ve de lejos.
¿Cual es la receta para obtener un congreso a la medida de sus intereses? Pues reclutar a empresarios fracasados, políticos con problemas penales, militares retirados que se la besaron a Vladimiro y lobistas profesionales; lo siguiente es financiar sus campañas y luego mantenerlos a sueldo para vigilar el orden económico y pagarles cada vez que aprueben una ley vendepatria.
Si eso es el congreso que se viene, en cuanto a candidatos a la presidencia se avizora el siguiente panorama: difamación descarada contra candidatos de izquierda, cárcel, “apanado mediático” y todos los medios para dejar al elector con un menú con olor a María del Carmen Alva para presidenta y Patricia Chirinos para vicepresidenta. ¿o qué esperan?
Lo que se pierde a menudo de vista es a los realmente poderosos en el país: los empresarios que viven de la constitución del año 93, esos que siguen cobrando peajes o siguen burlando al fisco mientras viven de recursos que no son suyos.
Un dato a considerar: el exoficial mayor del congreso, José Elice Navarro también fue director ejecutivo de Reflexión Democrática, la ONG de Roque Benavides que, según pudo establecer Javier Diez Canseco, financió la candidaturas de varios congresistas que, posteriormente aprobaron leyes que beneficiaban a las mineras.
Es una con otra, pero nada para el ciudadano de a pie que a menudo hace eco de gente como Roque Benavides quien dice travez de Lucar: “qué se vayan todos… para que me quede yo”.
De manera que se debe estar atento a esta trampa y bregar por cambios sustanciales con o sin Castillo, incluso pisando su sombrero si se queda atrás.
Son tiempos difíciles y si el peruano se deja timar una vez más, pagará el costo de la crisis con la inflación. Sudará un poco más para mantener el yate del que se dice empresario pero es un saqueador. El verdadero empresario, el que empieza desde abajo, tendrá que seguir pagando altos intereses que no se pagan en ningún otro país, con educación que en otros países es decente y pagando servicios de salud que, en otra realidad, serían gratuitos y eficientes
Es el reto para la colectividad peruana que se presenta cuando allá, en el otro lado del globo, los misiles están tentados a salir para reventar el mundo.