Domingo, 24 de noviembre 2024 - Diario digital del Perú

El «Método Netflix» para venderte absolutamente todo en tiempos de internet

Actualizado: 17 febrero, 2022

LAPATRIA

Antiguamente bastaban piernas. Bastaba con que una modelo bien proporcionada sostenga una botella para vender un producto.

Los recursos más usados de la era del televisor apelaban a la familia, a la búsqueda de atractivo, un cachorro, un bebé, la posición social o simplemente eran videos divertidos como el inolvidable comercial de la turista y el guachimán que exclama «¡Ah, Yungay!».

Con la llegada del internet y la sobreoferta de contenidos de todo tipo, los viejos recursos no bastan.

Las formas suelen ser nuevas pero los métodos son milenarios y, en el caso del «Método Netflix», el principio es sencillo: la mejor publicidad es la que no se presenta como publicidad.

Cuántas veces se ha divulgado alguna noticia relacionada a una polémica sobre una producción de la empresa de entretenimiento.

Dos ejemplos: el primero fue la polémica desatada por el «contenido subversivo» de la canción Bella Ciao en la serie Casa de Papel.

A favor o en contra, miles se manifestaron e incluso se produjeron y lanzaron versiones actualizadas del tema y lo más importante: millones se enteraron que la serie Casa de Papel existía.

El segundo ejemplo es más cercano: la falsa polémica por la aparición del actor André Silva por tres segundos en la película «No mires para Arriba». Miles de personas se enteraron de la película a raíz de la «noticia».

Por supuesto, esta empresa no es la única que usa la estrategia, pero es la que lo hace con mayor eficacia.

Hay ejemplos peruanos que funcionaron mas o menos bien. Durante la campaña para elecciones presidenciales del año 2021, el candidato Daniel Salaverry tuvo un «altercado» con un venezolano.

La puesta en escena fue difundida en internet y, por lo menos, alguien se enteró que el candidato de Somos Perú estaba en carrera. Además, a raíz del incidente, fue invitado a programas de televisión y fue motivo de reportajes.

Quizá el lector recuerda cuando una señora fogosa cogió los testículos de Pedro Pablo Kuczynski y fue la noticia de la semana. No era espontáneo, por supuesto.

Las personas pueden aprobar o desaprobar las palabras usadas por Salaverry o, también reírse o compadecer a PPK por ser manoseado pero lo importante ya pasó : ya hablaron de ellos. Ahí, el quid del asunto.

Efecto Streisand

La forma más común de popularizar una producción es fingir su censura. Es importante conocer el caso de Barbra Streisand quien el año 2003 denunció a un fotógrafo por publicar una foto de su mansión.

La fotografía simplemente no tiene nada de interesante. Fue tomada a más de 500 metros y no muestra, por ejemplo, un cuerpo desnudo o una escena conyugal. Mejor verla:

Esta fotos se hizo viral a raíz de la denuncia.

A pesar de todo, la actriz demandó al fotógrafo y le exigió una buena cantidad de dinero como compensación.

El juez, desestimó el caso pero, a raíz de la denuncia, la fotografía se hizo popular y tuvo 420 mil visitas en un solo mes.

Se pueden citar decenas de ejemplos similares pero es importante señalar que, lo que en ese caso es accidental en otros es completamente planificado.

Harry Reichenbach

Como se decía, disfrazar publicidad como noticia no es una novedad llegada con el internet.

Era el año 2018 cuando la primera película de Tarzán estaba a punto de fracasar pero el brillante publicista Harry Reinchenbach hizo que, en una reunión para promocionar el filme, haga su aparición un orangután vestido con un esmóquin de seda y sombrero de copa.

Los periodistas presentes tuvieron su primera plana pues que un animal sea el centro de la atención en una reunión elegante era inusual e increíble. Claro que al narrar la noticia tenían que mencionar por fuerza la película sobre Tarzán. Fue un éxito rotundo.

En la agitada vida diaria, el ciudadano no tiene tiempo para distinguir entre realidad y mentira o entre pura información y propaganda. Por eso mismo, es oportuno describir cómo es que detrás de noticias espectaculares y mensajes aparentemente inocentes existen años de experiencia en el arte milenario de vender y ganar.


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