Domingo, 24 de noviembre 2024 - Diario digital del Perú

De sombrero a sombrero

Actualizado: 27 enero, 2022

Milcíades Ruiz

Cuando el candidato presidencia de “Perú Libre” apareció con sombrero aparentando ser campesino, se abrieron muchas esperanzas de que solucionaría los graves problemas del agro nacional y así lo manifestaron dirigentes gremiales. Fue una falsa expectativa. Nunca pensaron que, alcanzado el gobierno, recibirían maltratos. Hoy la situación es diferente y la mayoría agraria repudia la ineptitud gubernamental. El descontento ha ido creciendo alcanzando niveles de conflicto social violento. Veamos.

El 18 del presente asistí a una asamblea nacional de todos los gremios agrarios convocada por la Plataforma Nacional del Agro- PLANAGRO, con participación de delegados campesinos de todo el país. También, del subsector agroexportador. El cuestionamiento a la política agraria del gobierno y a la gestión del ministro Mayta era general. Hubo el acuerdo unánime de unirse para crear un poder institucionalizado, que tenga capacidad de negociación, para hacer prevalecer las demandas del agro nacional y no ser burlados por este, ni por cada gobierno de turno.

No era la derecha, a la que siempre culpamos. Desde octubre pasado, ya el descontento agrario empezó a estallar y en noviembre se demandó la destitución del ministro Mayta, al que acusan de inepto, mentiroso, divisionista y atentar contra la autonomía de las organizaciones de regantes. Los paisanos del ministro y sus compañeros de la CNA, han sido los más indignados. Las federaciones de Ica y de Loreto, llegaron a interponer demanda penal contra este ministro, acusándolo de maniobras fraudulentas para hacerse de la presidencia de la CNA. La demanda está en curso.

El alcalde de Ccorca (Cusco), Wilber Lucio Huamán Cconcha, vino a Lima para conversar con el ministro Víctor Mayta, pero ni lo recibió. “La II Reforma Agraria es un cuento” dijo con amargura. Es que, en su distrito rural, el 95% de productores son de comunidades campesinas, dedicadas a la agricultura y ganadería. Desde el inicio de la pandemia sus economías cayeron de manera estrepitosa, por el cierre de mercados, ferias y otros espacios de comercio, dejándolos sin el sustento para sus hogares.

Por otro lado, la Junta Nacional de Usuarios de Riego, que agrupa a 127 valles de agricultores regantes, por acuerdo de asamblea, solicitó al presidente Castillo la destitución del ministro Víctor Mayta, por su “mala gestión”, no resolver el sobreprecio de fertilizantes, ni haber diseñado correctamente la denominada II Reforma Agraria. También, por el mal nombramiento de personas con altos sueldos sin cumplir los perfiles técnicos. “Lo responsabilizamos por la pérdida de la campaña agrícola 2021-2022”, señaló el presidente gremial amenazando con un paro nacional.

Presurosamente los gremios agrarios fueron recibidos en palacio de gobierno, pero como ya es costumbre, fueron mecidos. Entonces, gremios de regantes de Junín anunciaron un paro regional. También, el 17 del presente la Junta de regantes de las provincias de Espinar, Quispicanchi y Urubamba, en Cusco bloquearon las carreteras en Anta, Calca y Urubamba, paralizando el ferrocarril a Machu Picchu, protestando contra la desatención del drama agrario.

Pese a ello, no han encontrado la solución esperada y desde este lunes 24, han radicalizado sus medidas de fuerza con un paro agrario de mayor dimensión. La principal exigencia de los campesinos cusqueños es la destitución del ministro cusqueño Víctor Mayta, quien antes fue asesor de la Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru del Cusco – FARTAC.

Los huelguistas acusan al ministro Mayta de no haber cumplido con concertar la reunión prometida de representantes del movimiento campesino con la presidenta del Consejo de Ministros Mirtha Vásquez, en la fecha acordada. Una y otra vez, el incumplimiento de los compromisos pactados, se convierte en detonante. No piden dinero ni bonos caritativos. Nunca pidieron II reforma agraria, ni bonos por haber comprado fertilizantes, pues el 88% de la agricultura familiar es de subsistencia. No usa fertilizantes. Solo piden mejores condiciones de trabajo. No limosna.

Pero el gobierno, siendo pro campesino, no acoge las demandas de los agricultores, e impone el asistencialismo que supone, necesitan los campesinos. La campaña agrícola ya entró en su fase final, esperando las últimas lluvias para la maduración. Sin embargo, la reactivación no llega. Entonces hay desesperación, porque si hay mala cosecha, sufrirá la familia y millones de niños pagarán las consecuencias. Eso no está en la consciencia nacional, ni en la del gobierno. Son otros aspectos los que están en el primer plano político.

En cambio, en la otra orilla, hay mucho contento entre los grupos de poder, donde el afán de lucro no tiene moral, aun a costa de perjudicar a los agricultores nacionales. En el año fenecido, hubo récord histórico de importaciones agrarias, para lo cual se retiraron del mercado US$ 6,379, millones 200,000, provocando el alza del dólar. Las principales empresas importadoras de productos agrarios en 2021 fueron: Alicorp del Grupo Romero, con adquisiciones por US$ 584.000.000, Cargill Américas Perú con US$ 479.700.000 y Contilatin del Perú con US$ 442.100.000. (Fuente: Adex).

La pregunta que salta de todo esto, es ¿Por qué, el gobierno de la triple alianza (PL. JPP, FA) no atina a resolver las demandas del agro? Todos esperamos que un gobierno de izquierda haga una gestión “de sacarse el sombrero” y con gran apoyo popular, pero al parecer no hay solidez ideológica, ni solvencia de manejo. No tiene horizonte porque no sigue un proyecto nacional. La Vicepresidenta, Dina Boluarte, dice ahora que nunca abrazó el ideario de Perú Libre y el presidente ha confesado que no estaba preparado para gobernar y que recién está aprendiendo. Vaya pues.

No faltará quien se pregunte: ¿Y entonces por qué no fue honesto con su partido y aceptó la candidatura sabiendo que no estaba apto? El asunto es que, a estas alturas, no hay derecho a que nosotros tengamos que pagar el alto costo de una inconsecuencia. Dada esta situación, una alternativa podría ser que la izquierda peruana se compre el pleito decididamente, poniendo a disposición sus mejores recursos humanos, con capacidad de revertir el deterioro.

Más precisamente, convocar a los más esclarecidos y seleccionar los más idóneos para cada sector de gobierno. En especial, proponer al cargo de Primer Ministro a una personalidad que sepa gobernar y tenga el liderazgo que se necesita para sumir la gestión gubernamental, como ocurre en otros países en que este, asume el protagonismo central. En Cuba, Fidel tenía más protagonismo que el presidente Dorticós. En Alemania, tampoco es el presidente el principal protagonista.

Pero claro, es solo un decir, porque si no hay condiciones para ello, no será factible. Con toda seguridad, hay mejores ideas, pero algo hay que hacer para salvar el prestigio de la izquierda como gobierno. Están próximas las elecciones regionales y municipales. Si no se hace algo por mejorar la actual gestión gubernamental, no habrá apoyo popular para la izquierda.

Estamos perdiendo una oportunidad que se presentó inesperadamente y será muy difícil recuperar la confianza popular, si continuamos con los desaciertos. ¿Ustedes que dicen? El que calla, otorga.


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