Top de la gran corrupción que los medios capitalinos no quieren que veas
La prensa empresarial cubre hasta el aburrimiento casos que sus enemigos políticos pero omite y calla sobre escándalos que lastiman sus intereses directa o indirectamente por lo cual, es oportuno refrescar la memoria para empezar el nuevo año con una mejor valoración de aquello que de verdad está mal en el Perú.
Por su puesto, tener 10 mil dólares un baño o reunirse con enviados empresariales es sospechoso pero no se debe olvida que aquellos que señalan con el dedo acusador tienen moral extrañamente selectiva. Dicho esto, a la lista:
1.- Lobbies mineros
A más dinero, más poder. Autores como Francisco Durand han obtenido evidencias la captura del estado por parte de los extractores del recurso mineral. Menciona a gente como Cecilia Blume el exministro Miguel Castilla, quienes son conocidos usuarios del mecanismo conocido como «puerta giratoria».
El mencionado mecanismo consiste en saltar de importantes puestos en el Estado a muy altos cargos en las empresas de manera que, desde el cargo público se modifiquen normas o se influya para que, por ejemplo, las multas sean perdonadas o, como en el caso de PPK, se beneficie directamente una empresa «amiga».
La organización minera se extiende hasta el mundo académico, el periodístico y hasta logró captar dirigentes populares. El instituto de defensa de sus intereses más prominente es el Instituto Peruano de Economía IPE, definido por Durand como un think tank (tanque de pensamiento) desde el cual se difunden ideas convenientes bajo la apariencia de puro academicismo.
El último logro de este lobby fue que, desde el congreso se bloquee la iniciativa del ejecutivo para cobrar más impuestos a las mineras aprovechando los precios elevadísimos de los recursos pertenecientes al Estado peruano.
2.- La depredación del mar
Si bien, en la serranía, la explotación desventajosa de recursos mineros es notoria por la población que vive en esas zonas; en el mar, la explotación indiscriminada es silenciada en su mayor parte y, si alguien habla, son los pescadores en menor escala que ven perjudicado
En el año 2019, último año “normal” en lo económico se han exportado 3 mil 495 millones de dólares en productos pesqueros de los cuales. De todo lo que se exporta, el 31.55 % correspondió a la harina de pescado sin desgrasar.
Se exportan productos del mar peruano a más de 100 países incluidos Cuba, Namibia o destinos tan exóticos como Emiratos Árabes Unidos donde demandan langostinos, aunque su cantidad es comercialmente insignificante.
Hace algunos años el especialista Rafael Inocente estimó que, por cada tonelada de harina de pescado exportada, se pagaron tres dólares como cánon. “ Resulta ofensivo”, indicó. Cabe recordar que la harina de pescado representa el 31% de lo exportado (o mucho más pues se sospecha evasión).
Se ha propuesto como alternativa instalar sistemas de ubicación satelital, pero esas iniciativas aparentemente fueron saboteadas.
“Los empresarios pesqueros pagan menos de cinco dólares por tonelada extraída de esta especie y luego venden cada tonelada de harina que se convertirá en alimento para animales a más de 1.500 dólares. El monto que pagan por la captura se llama derecho de pesca y es la única regalía que las pesqueras pagan al Estado por extraer millones de estos pequeños peces ricos en proteínas del mar peruano”.
3.- La mafia editorial
No se puede exigir que el empleado de una empresa hable en su contra, por lo cual nadie habla de esta peligrosa organización. Los accionistas del Grupo Comercio con 168 entre los cuales se destacan dueños y socios de Graña y Montero, Latam Perú y Banco Wiese.
Con esto es suficiente para explicar el comportamiento de los periodistas de estos canales durante la campaña electoral pero lo que se trata es de explicar que, en gran parte se financian con dinero del Estado tal como se evidenció en pandemia con los jugosos contratos bajo la gestión de Vizcarra.
Además, su otra fuente de financiamiento son los contratos para imprimir material educativo y de otros tipos para el Estado por lo cual se hace sospechoso el tratamiento de la información que pueda perjudicar a empresarios y el gobierno de turno.
4.- El Ministerio Público y los cuellos blancos
La denuncia que movió las aguas en el Ministerio Público fue la planteada por la exfiscal Rocío Sanchez y va más allá del pedido para que la fiscal de la nación Zoraida Ávalos pues se trata de la segunda toma del Ministerio Público y el Poder Judicial por parte de una mafia.
“Los casos de los Cuellos Blancos del Puerto , así como de la Centralita apuntan a que nuestro país está llegando a esos niveles de corrupción (La toma de un poder del Estado)”, sentenció la exfiscal que renunció a la fiscalía el 13 de noviembre de este año pero apenas le dieron cobertura.
En resumidas cuentas, la fiscal indicó que, una vez disuelto el Consejo Nacional de la Magistratura, los «Cuellos Blancos» se las arreglaron para dominar la recién creada Junta Nacional de Justicia.
Esta junta tiene el poder de colocar y sacar jueces y fiscales así como sancionar administrativamente a cualquier miembro del sistema de justicia, tal como pasó con el fiscal Raúl Rodriguez.
Existe un colaborador eficaz que señaló que la magistrada María Zavala, quien mueve los hilos en la Junta Nacional de Justicia, se reunió con miembros de los “Cuellos Blancos del Puerto” y nadie abrió investigación, hasta hace poco.
5.- La falsa reforma de la Sunedu
Aparentemente la Sunedu dirige la mayor reforma en la educación superior, pero con el nivel de corrupción e intereses empresariales presentes en todas las esferas de la administración pública, hay motivos para dudar.
No pocos sostienen que se trata de una operación de eliminación de competidores a favor de, entre otros, el grupo económico liderado por Carlos Rodriguez Pastor, Intercorp que es propietaria de la Universidad Tecnológica del Perú UTP.
Dicha universidad obtuvo licencias para siete filiales cuyos locales estaban en construcción y, por supuesto, no tenían ni alumnos, ni laboratorios, ni equipamiento.
El hombre clave en esta trama es el sociólogo Martin Benavides quien llegó a ser superintendente de la Sunedu y, posteriormente, ministro de Educación de la mano de Martín Vizcarra, hombre ligado a Rodriguez Pastor tal como mostró beneficiándolo con Reactiva Perú.
Hasta antes de la llegada de Benavides a la Sunedu, esta institución no tenía el cierre entre sus funciones encargadas, pero él se encargó de aprobar un reglamento que sí lo permitía.
Tras esto, la Sunedu cerró 46 universidades en 20 meses, es decir un cierre cada 13 días.
Benavides nombró como directo responsable de los cierres a un ingeniero de sistemas con poco o nada de experiencia en el campo e, irónicamente, con grado de Bachiller, se trata de Cristhian Pacheto Castillo.
Se debe aclarar que poner en evidencia la poca transparencia de la Sunedu no significa avalar lo hecho por gente como José Luna o César Acuña.