Todos se acomodan y abrazan mientras olvidan las promesas de cambio en el Perú
El abrazo de Bellido y Alva, el rechazo a discutir la vacancia de Pedro Castillo y la censura de la presidenta del Congreso de la República demuestran la alianza entre buena parte en Perú Libre y el ala ultraderechista de Acción Popular.
Otros que también se plegaron al grupo “anti vacancia”, al menos de momento, son los congresistas de Podemos Perú aunque no se incluye al economista Carlos Anderson quien ha mostrado oposición radical a todo lo dicho y hecho por Francke.
Los que parecen un poco descontentos con las últimas movidas del congreso son los de Juntos por el Perú. Hay voces que indican que el próximo cambio de gabinete les restará influencia ante Alianza para el Progreso, Perú Libre e incluso, Acción Popular.
A propósito de Perú Libre, el ingreso de Roger Najar al gabinete de ministros, incluso como premier, es lo que tanto ha estado molestando al grupo de Verónika Mendoza.
Cabe indicar que, un mes antes, Mirtha Vazques se sentía demasiado segura en su puesto de premier al punto de no acompañar a Pedro Castillo en su visita a Ayacucho, motivo por el cual, el chotano, habría sentido poca lealtad de su parte.
Así, entre los congresistas del Partido Morado, Acción Popular, Podemos Perú, Perú Libre y Alianza para el Progreso formaron una suerte de “frente de estabilidad” con el presidente.
El Ejecutivo
Para Pedro Castillo, el costo de permanecer en su cargo fue el abandono de toda reforma real del sistema económico, es decir, el abandono de su base popular para entrar en una serie de canjes políticos con las bancadas y someterse a los grupos de poder económico.
Con el fin de contentar a los congresistas de provincias, mediante el ministro Pedro Francke, aumentó el presupuesto para inversiones en sus regiones de origen, por lo cual el proyecto del presupuesto general de la república para el año 2020 fue aprobado por amplia mayoría.
Como el costo político del abandono de los proyectos de reforma debe compensarse de alguna manera, es vital para el gobierno aumentar la recaudación tributaria y, todo indica que esa es la apuesta para no perder al ciudadano del pueblo y del barrio.
Cabe indicar que la reforma tributaria no toca los intereses de Acuña (APP) y Luna (PP) así como tampoco los de Alva (Agroexportadoras) y estaba orientado básicamente a los grandes mineros aunque, los lobbistas del congreso también le cerraron esa opción
En todo caso, a Castillo le queda el camino de todo gobernante que no quiere perder el cariño de los electores pero tampoco está dispuesto a tocar los intereses de los grandes empresarios: el populismo, el endeudamiento y el derroche de recursos mediante la ejecución corrupta de obras.
Grandes ganadores
Mientras Cerrón está con un pie en la cárcel y su madre se queda sin casa, los empresarios mineros gozan al menos un año más facilidades tributarias y sobreganancias envidiables.
En las últimas semanas montaron una campaña para pintarse como los grandes perjudicados por movilizaciones de manera que tengan el argumento suficiente para rechazar el aumento de impuestos en su contra.
“Estamos en plena crisis y el gobierno quiere cobrarnos más”, es la idea que quieren vender mediante los periodistas empresariales, sin embargo, no se puede ocultar que este año fue realmente fantástico para sus intereses.
El gran triunfo para ellos así como para los depredadores del recurso hídrico y los amos de la construcción es que la Constitución Política del Perú que protege sus ganancias está lejos de ser reformada.
A la campaña constante en contra de una nueva constitución que incluye a periodistas aparentemente neutros como Gustavo Gorriti, agregaron el bloqueo mediante el congreso y el activismo político mediante Lucas Ghersi.
El festín de recursos públicos durante la pandemia gracias a Vizcarra y Sagasti no fue siquiera tocado o cuestionado a pesar de que permitió, en parte, el incremento del patrimonio de los grupos de poder económico más poderosos del país mientras millones de compatriotas se sumergían en la miseria
El ciudadano
¿Qué puede exigir el peruano si no hace nada para obtenerlo? En realidad, con todo en contra, Castillo, si de verdad quería cambiar algo, solamente lo podía hacer apoyado en las calles.
Sin embargo, el proceso de ingeniería social (destrucción de organizaciones, corrupción o cárcel para dirigentes, propaganda “liberal”, difusión de la doctrina del éxito, manipulación de contenidos educativos y otros), ha hecho al peruano sumamente pasivo ante su realidad, por lo cual solo lo mueve la manipulación (como cuando sacaron a Merino).
Muchos creyeron que Pedro Castillo iba a cambiar algo en el país pero fue él, y solo él, quien acabó cambiando del todo, para regocijo de los dueños del país.