El legendario almanaque Bristol: el google del pueblo en el Perú del siglo XX
Entre los objetos que dejan nuestros abuelos tras su muerte, hallaremos esa revistilla de tapa anaranjada y letras negras que tienen impreso, en el centro, la imagen de un señor que parece personaje de diccionario antiguo.
Dice “Almanaque pintoresco”, pero en el interior se encuentran datos frios como la fecha de la luna nueva, la predicción del tiempo, la visibilidad de los planetas, predicción de mareas y nombre de los santos según el día
Por ahí, casi de contrabando le introducen toscos dibujos humorísticos, un horóscopo y algún chiste del tipo: “Diccionario humorístico (…) Genio.- El que hace durar su sueldo hasta el próximo día de pago”.
Parece un folleto sin importancia pero podía definir una vida. Nada de llamarse Neymar, Maluma, Dayneris o Liam… en los tiempos de Bristol te llamabas Anacleto, Casilda, Crispín o Bernardino según el santo correspondiente.
Era costumbre bautizar a los bebés de acuerdo al santo recordado en día de la fecha de su nacimiento. Se llama santoral y, por supuesto, Bristol tenía una lista muy bien detallada.
Las fechas, con su significado astrológico o con relación a los ciclos lunares , servían para definir el día de siembra, el corte de cabello, la fertilidad del ganado, las jornadas propicias para la pesca, los tratamientos de salud, las cábalas amorosas… en suma, era el google de la época.
Popularidad
Otra razón para su popularidad fue la predominancia de la población rural. En 2018 el 58% de los peruanos vivían en la ciudad, pero en el año 1940 el 73% vivía en el campo y, esa mayoría necesitaba información precisa de los ciclos lunares para definir la fecha de la siembra, por mencionar un caso.
El Almanaque Pintoresco Bristol, nació específicamente para la población rural. Su creador se llama Cyrenius Chapin Bristol, un químico y farmacéutico norteamericano. Él es quien aparece retratado en la portada como si fuera un personaje de diccionario antiguo.
Según refiere Wikipedia, el farmacéutico creó la revistilla para publicitar un tónico de zarzaparilla en el año 1832, pero la publicación se hizo tan popular que, desde la fecha de su primer número se ha impreso sin interrupción.
Bristol en el Perú
En el Perú, los datos contenidos por la revista Bristol no colisionaban con los conocimientos andinos sobre cultivos; es más, la complementaban y la precisaban.
Actividades como la siembra el arar la tierra, deshierbar la chacra o cosechar estaban definidas por creencias relacionadas a los ciclos de la luna que están detalladas en la revista naranja.
Es importante apuntar que la revista contenía datos útiles sin demasiado texto es decir que, con cierta familiaridad, cualquier campesino con mínima instrucción podía aprovechar su información.
Además, jamás incluyeron contenido político ni ideológico por lo cual se salvó de la censura y los gorilas dictatoriales abundantes en las tierras al sur de Estados Unidos.
No se puede decir exactamente cuándo la revista se hizo Popular en el Perú. Se tiene conocimiento que en la primera edición en español fue publicada en 1850 y, algunas décadas después, comenzó su difusión en latinoamérica.
Va para los 200 años
En estas tierras, la revista creada el año 1832 para promocionar productos de jabonería y perfumería, también sufrió de los “males latinoamericanos” como, por ejemplo, el plagio colombiano “Revista Imprescindible Leonor” con el mismo contenido y diferente color.
En Perú, el emporio de la ciudad de Juliaca no desaprovechó la demanda y los “piratas”, publican cada cierto tiempo, una falsificación.
Sin embargo, la edición 2022 se prepara sin mayor alteración a su diseño simple y clásico. La venta siempre empieza desde diciembre y, generalmente, para año nuevo, está en manos de sus fieles clientes.
Hace algunos años la revista dio su salto al internet y los administradores llaman a los fanáticos del ciberespacio “Bristoleros”. En tanto, compañías locales se encargan de comercializar una edición especial para cada país.
En el Perú, el Apra y Bristol nunca mueren.