Izquierda “caviar” e izquierda “provinciana”: ¿Qué son? y ¿en qué se diferencian?
La irrupción de Mirtha Vásquez y su gabinete así como la fuerte reacción de Perú Libre han puesto en evidencia una división e, incluso, oposición entre una izquierda despectivamente llamada “caviar” y otra, despreciada como “provinciana”.
No es la primera vez que este fenómeno se manifiesta pues, desde las elecciones del año 2016 la izquierda alrededor de Verónika Mendoza culpó al grupo de Goyo Santos de dividir los votos para favorecer a la derecha.
Lo que parecía una anécdota política, adquirió más fuerza en las últimas elecciones donde Perú Libre, se ganó la adhesión mayoritaria de electores en regiones donde anteriormente había triunfado Verónika Mendoza.
Ni la primera, ni la última
No se trata de un fenómeno reciente. En su libro La Cuarta Espada, Santiago Roncagliolo cuenta que para los izquierdistas expatriados de distintos países: Tupamaros, Montoneros, comunista cubanos o socialistas chilenos, los comunistas de Sendero Luminoso eran bichos raros.
Este testimonio lleva a una reflexión simple pero esclarecedora: los primeros comunistas eran de las clases más favorecidas: aquellos que tenían acceso a instrucción (ubicados en Lima, Arequipa, Trujillo)
Las clases menos favorecidas se encontraron con el comunismo cuando pudieron acceder a educación universitaria popular.
Aquí se advierten las primeras diferencias: la izquierda que ahora identificamos como caviar es más antigua mientras que la izquierda provinciana es más “joven”. La diferencia se manifestaría en los años 80´s, con la aparición de Sendero Luminoso.
Los 80´s
En el año 1989, a poco de su muerte, el intelectual Alberto Flores Galindo describía el siguiente panorama político: “Podemos dividir el espectro político del país básicamente en tres. Tenemos de un lado a la derecha, aglutinada y representada por el Fredemo, aparentemente homogéneo, en realidad con diversos intereses que pugnan en su interior. Tenemos también a Sendero Luminoso y al MRTA, uno transitando a la acción criminal y otro insuficientemente creativo y sin propuesta social. Está también la Izquierda Unida en el centro, entre uno y otro. Esta izquierda oficial, empeñada en participar en las elecciones y en los mecanismos tradicionales de poder, se aleja del movimiento popular, es étnica y culturalmente distante de las mayorías populares (…) De una izquierda que hace unos años se pensaba todavía revolucionaria, se han ido desgajando y delimitando algunos sectores. Uno transita hacia la derecha o el Apra. Aparentemente la mayoría quiere persistir tercamente en el centro. Se empeña en las reformas”.
Flores Galindo podría ser catalogado como caviar, sin embargo, reconocía que la izquierda a la que pertenecía, estaba alejándose del movimiento popular y, es bueno repetirlo: “ es étnica y culturalmente distante de las mayorías populares”.
Perú Libre, Juntos por el Perú y el presente
La trayectoria de los dos partidos de izquierda con vigencia en los últimos años es ilustrativa.
El periodista David Roca Basadre brindó los datos precisos sobre el nacimiento de Perú Libre. “¿Qué es Perú Libre? Es un pequeño partido político de base regional, con presencia en Junín y departamentos vecinos, sobre todo. El núcleo original de PL era una agrupación local denominada Movimiento Político Regional Perú Libre, que había sido fundado por militantes remanentes de un viejo grupo escindido hacia la izquierda de Patria Roja, que se llamaba Puka Llajta (Pueblo Rojo o Patria Roja, en quechua).
Puka Llajta, que había nacido en Puno y se extendió algo más, había intentado disputarle el espacio a Sendero Luminoso durante los 80. Perdieron la apuesta, pues Sendero Luminoso asesinó a sus principales cuadros”.
Todo indica que, como varios partidos de izquierda de provincias, se nutrieron de academias preuniversitarias y, posteriormente, de los municipios y el gobierno regional, tal como se ha revelado con las investigaciones del Ministerio Público (investigaciones eminentemente, con finalidad política lo que no implica que los cargos sean falsos).
La izquierda light
Juntos por el Perú, es una apuesta reciente. Es producto de alianzas de los llamados “partidos progresistas”. Aldo Mariátegui, los define como grupos de “niños bien”, de clase alta o media alta, que fueron llamados al marxismo desde el cristianismo progresista.
Según refiere, cuando ellos ingresan a las universidades, se radicalizan. “Vanguardia revolucionaria es la mamá de todos los caviares”. Son influenciados por los sucedido en Cuba y el movimiento Hippie de EE. UU.
En los 80 ‘s, ellos descubren un gran negocio: las ONG y las consultorías. El impulsor de esta manera de hacer política es Felipe Mac. Gregor y la incubadora fue la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Mariátegui apunta un hecho muy interesante: los llamados caviares no tuvieron problemas en trabajar para Fujimori entre ellos Pedro Francke quien estuvo en el Ministerio de Economía.
A pesar de que el punto de vista de Aldo Mariátegui puede ser cuestionable, los datos que proporciona son coherentes con lo que observaba Flores Galindo y, posteriormente, Silvio Rendón.
Este último va más allá y demuestra en su libro “Intervención de Estados Unidos en el Perú” que muchas de las ONG que dan cobijo a izquierdistas son financiadas por el gobierno norteamericano.
De esta manera, indica el autor, los Estados Unidos financia facciones izquierdistas que no chocan con sus intereses y les quita dinero a aquellas propuestas que sí son peligrosas.
Este es el trasfondo económico y político sobre el cual se establece Juntos por el Perú y Perú Libre. Reflejo de sus filiaciones con sus fuentes de financiamiento, fue la propuesta política de ambos.
El discurso del lado cerronista es radical pero irreal; mientras, Verónika Mendoza ofrecía propuestas moderadas pero poco convincentes para el desesperado elector peruano.