Segunda reforma agraria: distinguiendo medidas concretas de la pose política

Entre las pocas promesas que puede cumplir el gobierno de Pedro Castillo, al menos en buen grado, está la reforma agraria. Esto representa un cambio con respecto a las anteriores décadas cuando el Ministerio de Agricultura era una suerte de filial de las empresas agroexportadoras dejando de lado a los demás productores. 

Para darle más efecto político, se organizó un lanzamiento en Cuzco. Los discursos tuvieron frases reivindicativas y bonitas, pero se debe distinguir las medidas y propuestas concretas de las frases altisonantes y las omisiones significativas.

Medidas concretas

1.- Planta de fertilizantes. Desde el año 2010 los fosfatos ubicados en el sur de la bahía de Sechura eran sacados del país para ser procesados en el extranjero, pero en esta gestión, se ha prometido que esto será reformado con la construcción de una planta de fertilizantes en un contexto donde este producto a elevado tremendamente su precio. 

2.- Más presupuesto. El Ejecutivo destinará el próximo año S/ 4.604 millones para el sector agropecuario. Es decir, 10% ó S/ 435 millones más que el presupuesto de este año. La mayor parte de ese dinero, S/ 3.211 millones, se destinará a inversiones en materia de infraestructura hídrica y desarrollo agropecuario.

3.- Caminos rurales.  Lo que tiene claro el gobierno es la inyección de presupuesto para la construcción de caminos rurales que conecten las zonas de producción con las de consumo. Estas vías no eran rentables para las constructoras amigas de los gobiernos pasados y, por lo tanto, ignoradas. 

4.- Franja de precios. La medida más criticada por los “especialistas” que defienden intereses empresariales son los impuestos al ingreso de productos extranjeros que compitan con la producción local. Todo indica que no hay marcha atrás en esta reforma para pena de los importadores.

5.- Secigra agrario. Los universitarios recién graduados serán enviados a zonas rurales para brindar asesoramiento técnico como parte de un “servicio civil” que tendrán que cumplir los jóvenes. 

Huele a discurso

1.-  No es un cambio estructural. La revolución agraria hecha por Juan Velazco Alvarado, para bien o mal, significó un cambio profundo en la sociedad peruana; en cambio, la llamada “segunda reforma”, si bien sí contiene cambios significativos en las políticas, no toca la estructura social. 

2.- No toca el problema con la minería. El tema fundamental pero ausente en el discurso de Castillo es la zonificación y si la agricultura será prioritaria con respecto a la actividad minera. El especialista Mauricio Espinoza apuntó que el agro necesita de un instrumento de ordenamiento territorial. 

3.- Trabajadores de agroexportadoras ignorados. En la primera reforma agraria el eje era el fin de la explotación que sufría el campesino a manos de los terratenientes, pero en esta segunda, no se ha tocado el problema de los trabajadores de las agroexportadoras.

4.- Fondos. Se habló de créditos para los agricultores pero del presupuesto total de 4.604 millones para el sector agropecuario en el próximo año, solo S/ 253 millones servirán para financiamiento agrario, tal como apunta el portal Ojo Público.