Debate fue una suerte de “Miss Simpatía”

El debate de ayer, organizado por el diario El comercio, fue una suerte de “Miss Simpatía 2021”, donde la perorata política de siempre, prevaleció por sobre una idea clara de cómo salir de esta crisis sanitaria, el desempleo, el alza de los productos de primera necesidad, etc., etc.

Desde mi punto de vista el que más convenció en este rubro fue Yonhy Lescano, seguido de Daniel Urresti, Keiko Fujimori, George Forsyth y Verónica Mendoza. Y esto fue así, porque de acuerdo a cómo se abordó este evento, Lescano y Urresti terminaron siendo menos dañados, lo que les permitió explayarse en su discurso, a pesar de pequeñas pullas existentes.

Keiko, sin embargo, tuvo que enfrentar a su pesadilla de siempre: la corrupción. Carga, de la que no puede liberarse, y que la debilita y la pone cómo sinvergüenza con cara de palo, cada vez que opina sobre cómo eliminarla.

Casi lo mismo ocurre con Verónica, que cada vez que se habla de corrupción, imagina que su nombre se asocia a las agendas de Nadine Heredia. Pero lo más resaltante de ella, en el capítulo de ayer, fue que no pudo sustentar, ni plantear con claridad la mayor de sus propuestas: cambio de constitución. Fue tan ambigua y vacía, que ni siquiera tuvo claro conceptos elementales como: nueva constitución, cambio de constitución y reforma constitucional. Resultó con tal enredo que se puso a atarantar a media participación.

En el caso de George “Forsay”, si bien se planteó mejor que Verónica, por el estado de ánimo, no paso de ser un candidato más, sin nada que ofrecer. En lo que, si resaltó, fue cuando no supo cómo reaccionar al ataque de Urresti: “Si usted terminara la universidad sabría de qué se trata gobernar”. George Forsyth no tuvo aplomo para salir de esa mordida. Lo único que salió de su boca, todo el tiempo, fue decir a la población que: no creamos en los mismos dinosaurios de siempre. Y así es como finaliza este reciente capítulo de Warnes Bros.