Miércoles, 27 de noviembre 2024 - Diario digital del Perú

Generación “Bicentenario”

Actualizado: 27 noviembre, 2020

Milcíades Ruiz

Miles de manifestantes en Plaza San Martin. Foto: Max Nina

El poder mediático hace lo que quiere con nosotros y no tenemos protección pública contra su manipulación. Nos solivianta, nos apasiona, nos hace odiar y hasta nos hace aplaudir a nuestros opresores. Todos los días impacta nuestro cerebro condicionando nuestro estado de ánimo. En un momento nos hacen decir: ¡la vacancia es un golpe de estado!, ¡Merino es un asesino! Pero luego que el mismo congreso, con el mismo procedimiento, cambia la persona cuestionada, nos hace hablar en contrario siendo la misma figura política.

Nos enardece saber de dos jóvenes muertos en los disturbios, al corrupto Vizcarra le ponen el micro en la boca para agrandar la noticia y dice: “son héroes de la democracia”. Ya nadie se acuerda que bajo el mandato del corrupto  Vizcarra hubo también dos muertos por represión policial, en una movilización de varios días, igualmente masiva de jóvenes nativos que reclamaban por los perjuicios ocasionados por la empresa PetroTal, que opera el Lote 95, en Painahua, Requena, Loreto.

Fue el 9 de agosto, “Día Internacional de los Pueblos Indígenas”. Ese día, a punto de balas y bombas lacrimógenas disolvieron la manifestación, alcanzando a los niños que corrían desesperadamente gritando de terror en la oscuridad de la noche. Y claro, por tratarse de indígenas, y de una transnacional inglesa, la prensa no hizo el despliegue como ahora, y por eso, nosotros tampoco hemos reaccionado como ahora.

Todos los días martillan nuestro cerebro para impregnarlo del bicentenario y por reflejo condicionado actuamos en ese sentido. Entonces, con motivo del estallido juvenil se está acuñando como digno de resaltar la frase “generación bicentenario” y nosotros lo rezamos, para el orgullo de los jóvenes. Pero, este mismo psicosocial periodístico será utilizado para demonizar la bandera izquierdista de “Nueva Constitución”, haciendo que la opinión pública la desdeñe. Y la acompañarán con encuestas desfavorables.

Como se recordará, los rumores psicosociales fueron utilizados para desestabilizar el gobierno de Velasco, haciendo que la gente salga a las calles para protestar y cometer desmanes. Se hizo contra el gobierno de Maduro, pero no pudieron quebrar el respaldo de las fuerzas armadas. Lo hicieron el Bolivia contra Evo Morales alegando falso fraude y lo sacaron en complicidad con la fuerza armada. Aquí, en el reciente estallido juvenil, hasta se ofrecían banderolas gratis para la protesta.

Como la prensa no resaltó este sospechoso ilícito, para saber sobre su financiamiento, tampoco nosotros le dimos importancia. Actuamos por reflejo condicionado, como lo advirtiera ya a comienzos del siglo pasado, el científico y premio Novel, Ivan Pavlov. De este modo, el martilleo del bicentenario sobre nuestro cerebro seguirá repitiéndose con más intensidad, hasta hacernos creer que Túpac Amaru, fue precursor de la independencia de sus opresores.

Es loable la actitud de los jóvenes que dieron la pelea en las calles en rechazo a la forma de hacer política. El repudio es contra los políticos que han envilecido la honorabilidad de los poderes del estado. Es un mérito que hay que reconocer frente al demérito de indiferencia de los mayores. Pero si de generación se trata, hay que ver que la gran mayoría de esta generación es víctima de la degeneración republicana bicentenaria.

Comparemos la situación de los jóvenes de 1821 con la situación de los jóvenes en la actualidad y veremos que lejos de agradecer a la republica tenemos mucho que lamentar. En esos tiempos, había una gran crisis por la guerra, pero los jóvenes no pasaban hambre y su comportamiento era respetuoso. Ahora en cambio, después de dos siglos, se han batirán todos los records históricos de encarcelamiento de jóvenes. ¿Eso es lo que vamos a celebrar?

Según el BCR, a setiembre pasado la población económicamente activa (PEA) se ha reducido a la mitad y el desempleo pasó de 6,3% a 16,3%. Cientos de miles de jóvenes buscan trabajo diariamente, sin que la república bicentenaria lo ampare. Cuando a un joven se le pregunta ¿por qué robas? La respuesta es: No hay trabajo. En el bicentenario, hay pues una expansión delictiva armada y con creciente sicariato como producto republicano. Diariamente vemos en los noticieros a bandas de jóvenes, capturados por la policía. Ellos también son de esta generación.

56,108 estudiantes universitarios han quedado con la carrera trunca al denegarse licencia a universidades degeneradas por el lucro. Otros miles han dejado los estudios por la crisis económica actual. En cambio, los traficantes de la necesidad educativa se han vuelto millonarios a costa del dinero de los padres de familia y tienen “plata como cancha” para candidatear a la presidencia. Otros miles de jóvenes salen a las calles para auto emplearse informalmente, pero son reprimidos sin piedad. Es la república, que se ensaña con sus propias víctimas.

Durante dos siglos republicanos no ha existido un desarrollo sostenible de industrialización. Siempre viviendo de nuestras riquezas naturales entregadas en beneficio extranjero. Se despilfarró el dinero del guano hasta que se acabó y como ahora, vivimos de la carroña que nos deja el cobre hasta que se acabe. 80 años después de la jura de la independencia, Ricardo García Rosell, quien fuera diputado de la república decía:

…Vino la independencia. La guerra cruenta y prolongada que fue preciso sostener, abatió y redujo todos los elementos productivos. Tras esto, el espíritu liberal, al dar de repente entrada fácil a los géneros y manufacturas europeas, abrió ruda competencia a las industrias nacionales. Pronto se inició la decadencia. Ayacucho que con el monopolio de tocuyos se había hecho gran ciudad, tuvo que abandonar dicha industria. Lambayeque que había crecido con sus tinas de jabón, comenzó a descender. Los obrajes de lana en el Cusco fueron abandonados y esa antigua capital que contaba con 80, 000 habitantes, redujo su población a la mitad. Cambiaron las rutas por donde circulaba el tráfico comercial y los centros del interior. Mercados antes en progreso y campos de actividad industrial, se vieron supeditados por los puertos de la costa a donde comenzaron a acudir todos a surtirse con objetos extranjeros.

Miseria y malestar se sentía en todas partes. La riqueza fiscal sin contrapeso en el público por carecer de objeto de trabajo, era impotente para corregir o, atajar el daño. Angustias y escaseces frecuentes, se sucedía entre cortos periodos de abundancia. El Perú ofreciendo como espectáculo más desorden que opulencia, por sus errores económicos, vivió envuelto en confusiones y anarquía permanente. (…)

La agricultura es la industria madre que fomenta y da vida a todas las otras. Es la gran fuente de donde todo procede y a donde todo debe converger. Es a ella adonde hay que acudir cuando se necesitan subsistencias, cuando se necesitan hombres o cuando se necesita dinero. (…)

Pidiendo subsistencias al extranjero, los agricultores nacionales pierden o merman sus provechos. El dinero desaparece de los campos y estos, en vez de continuar su movimiento de progreso, se abaten, se abandonan y se despueblan. ¿Quién, que ha visto los efectos de una mala cosecha, no comprende y descubre en el acto esta verdad?

Obligar a un país, a que permanezca indefinidamente dedicado a solo las industrias extractivas, es condenar a sus moradores a eterna barbarie, relegándose a sí mismo, sin esperanza de mejora, a una posición perdurablemente subalterna”.

(Ricardo García Rosell- Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura- enero 1901 “Apuntes económicos”)

¿Esta situación ha cambiado? ¿La república ha industrializado el país, o seguimos con una economía meramente extractiva? ¿La república nos ha dado una agricultura moderna o, seguimos utilizando la chaquitaclla que se usaba en el incanato? Después de dos cientos años de entreguismo ¿Somos independientes o, estamos sometidos a la dominación extranjera?

¿Y cuántos son los muertos en total, por represión policial bicentenaria, tan solo por reclamar justicia social? ¿Es que, el bicentenario cambiará la trayectoria republicana? No interesa. Serán las empresas mediáticas periodísticas los que guiarán nuestros pasos. Ellas nos lideran y nosotros las seguiremos como ovejas alienadas. Disculpen el berrinche.


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