La carta donde Einstein escribe sobre Dios podría ser subastada por 1.5 millones

Una carta en la que Albert Einstein expone su opinión sobre Dios y la religión se subastará en diciembre por segunda vez, desde que el famoso físico la escribiera, un año antes de su muerte. Otra carta en donde Albert Einstein expone su teoría de la felicidad, fue vendida por $ 1.5 millones, por lo que se cree que esta carta será comprada por un monto similar.

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Los subastadores de Christie’s dijeron que la llamada Carta de Dios, escrita por Einstein en 1954, se exhibirá públicamente en San Francisco y Nueva York antes de la subasta el 4 de diciembre.

La carta, escrita en alemán al filósofo Eric Gutkind, se considera un manuscrito clave en el debate sobre la ciencia y la religión y es la declaración más clara de Einstein sobre sus puntos de vista sobre la búsqueda universal del significado de la vida.

Einstein escribió la carta al filósofo Eric Gutkind en 1954, y la misma causó sensación cuando se hizo pública por primera vez en una subasta en el año 2008. La declaración inequívoca de Einstein fue que: «La palabra Dios no es más que la expresión y el producto de los seres humanos». También dice que “la Biblia es una colección de leyendas honorables, pero aún primitivas, que son bastante infantiles».

Durante décadas, la gente ha estado debatiendo el concepto de religión del genio de la física y las matemáticas, en gran parte porque quizás fue malinterpretado muchas veces.

De niño Einstein fue devotamente judío y escribió canciones de alabanza a Dios que cantaba mientras caminada desde su casa a la escuela. Pero cuando cumplió 13 años, esa religiosidad cambió, ya que Einstein empezó a interesarse por las matemáticas y la filosofía y en ese momento abandonó su fervor religioso no crítico, sintiendo que había sido engañado para creer mentiras.

Pero Einstein no se convirtió en ateo. Como escribió Eugene Mallove para The Washington Post en 1985, Einstein creía en lo que él llamaba una «religión cósmica», en donde los seres humanos “podemos alcanzar la religión en su grado más elevado, raramente accesible en su pureza total”. Esta religión tiene como objetivo la ciencia. Creía Einstein que “la religiosidad del sabio consiste en extasiarse frente a la armonía de las Leyes de la Naturaleza, revelando una Inteligencia tan Superior, que todos los pensamientos humanos y todo su ingenio, no pueden desvendar delante de ella, a no ser su nada irrisorio».

Para Einstein, el misterio en la arquitectura del universo físico, una arquitectura que ayudó a revelar con sus avances en la relatividad y la naturaleza del espacio y el tiempo, fue más profundo que cualquier maravilla que leyó en el Talmud o la Biblia.

«No puedo concebir un Dios que recompense y castigue a sus criaturas, o tenga una voluntad del tipo que experimentamos en nosotros mismos», escribió en un ensayo en 1931.

Einstein hablaba a menudo de «Dios» y, a veces, se confundía con un teísta por eso. Pero realmente, “el Dios de Einstein” era el Universo en sí mismo, no un gran titiritero «externo», según escribió Mallove.

Y para Einstein, los secretos más profundos del universo eran tan desconocidos como lo era la mente de Dios para un teólogo. Así que el físico leyó con interés un libro publicado en 1952 por el filósofo Eric Gutkind, que intentaba unir la espiritualidad y el intelectualismo judío, argumentando que la búsqueda de la ciencia podría y conduciría a las personas a una comprensión completa de Dios.

En la Carta de Dios de Einstein, el físico le escribe a Gutkind sobre la religión judía y dice:  «Para mí, la religión judía, como todas las demás religiones, son la encarnación de supersticiones muy infantiles», pero también afirma con orgullo que pertenece al pueblo judío y que tiene la mentalidad de su pueblo.

No está claro qué hizo Gutkind con la carta de Einstein, ni cómo surgió esta carta de Einstein de la oscuridad en el año 2008, cuando Associated Press escribió que alguien con «una pasión por la física teórica y todo lo que eso conlleva» la había comprado en una subasta por un poco más de 400 mil dólares americanos.

En el año 2012, la carta apareció nuevamente en eBay por un precio inicial de al menos $ 3 millones, pero aparentemente nunca se vendió.

La casa de subastas Christie’s espera que la carta se venda por entre 1 y 1,5 millones de dólares cuando salga a la venta en Nueva York a principios de diciembre.

En caso de que los extractos anteriores de la carta de Einstein sobre Dios hayan dado la impresión de que esta carta es polémica, en realidad no lo es. Independientemente de sus puntos de vista sobre la religión, mantuvo un profundo respeto por lo que llamó «genios religiosos» y creía que la religión era necesaria para guiar a las personas entre el bien y el mal.

Dijo Einstein en una carta escrita en 1936 en donde le respondía a una niña sobre su concepto de Dios:

“Todos los que están seriamente involucrados en la búsqueda de la ciencia se convencen de que algún espíritu se manifiesta en las leyes del Universo, uno que es muy superior al hombre. De esta manera, la búsqueda de la ciencia conduce a un sentimiento religioso de un tipo especial, que seguramente es bastante diferente de la religiosidad de alguien más ingenuo”.

Después de analizar varios pronunciamientos de Einstein sobre Dios, más allá de la Carta de Dios que será subastada en diciembre, se ha concluido que Einstein era panteísta. Creía en que el todo y el Universo eran idénticos a Dios. Para el Dios es el universo, la naturaleza, el cosmos, o que todo es «uno» con Dios. Para Einstein, todo lo que ha sucedido ha sido el resultado de la necesidad y fue la voluntad de Dios. En esta creencia, para el individuo, la felicidad se deriva de comprender el cosmos y nuestro lugar en él, en lugar de tratar de orar por la intervención divina.