Argentinos protestan contra gobierno de Macri por ‘una vida digna’

Como continuación de las masivas marchas en Argentina en rechazo a las políticas de ajuste del Gobierno, sindicatos y organizaciones de la economía popular han convocado otra protesta en Buenos Aires, capital argentina, para reclamar a las autoridades ‘una vida digna’.

Los organizadores de la marcha, entre los que se encuentran empleados estatales, del subte, maestros, judiciales y trabajadores de la economía popular, llamaron el lunes a una concentración para este miércoles en la capital, en rechazo al bajo nivel de salarios que el macrismo pretende imponer.

“Necesitan mostrarle a (presidente) Mauricio Macri que desde la Ciudad nos pueden disciplinar para que aceptemos los despidos o nos transformemos en trabajadores pobres. Con salarios tan bajos se hace imposible tener una perspectiva de una vida digna”, denunció el dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Daniel Catalano.

Los líderes gremiales arremetieron contra el Gobierno por garantizar solo los beneficios de los grandes grupos concentrados y pidieron que explique sobre los 90 mil millones de pesos subejecutados durante 2017.

El 15 de febrero, más de 40 000 trabajadores y activistas de diferentes sindicatos y organizaciones sociales salieron a las calles en Buenos Aires para decir que ya no toleran la creciente ola de despidos y el ajuste económico de la Administración de Macri, presidente que, hasta ahora, ha enfrentado masivas protestas en contra de sus polémicas leyes para proceder a despidos y tarifazos en los sectores eléctrico, gasífero, acuífero, y también debido a la galopante inflación en el país.

Los resultados de un nuevo sondeo de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados, publicado el sábado, indican que el 52,9 % de los argentinos tiene una imagen negativa del presidente del país debido a los despidos y los aumentos tarifarios.

El estudio revela que la popularidad de la formación oficialista Cambiemos ha caído a su nivel más bajo desde que asumió en el poder, pues el 54,4 % no está conforme con su gestión.