La varita mágica de PPK para reconstruir 802 distritos en emergencia

A pesar de las alarmantes cifras del Niño costero, el presidente del Perú Pedro Pablo Kucynski, prefiere dejar de lado el drama y muestra su optimismo para enfrentar los embates de la naturaleza, considera que los fondos destinados para emergencias serán manejados correctamente y sin corrupción.

Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (Coen), hasta el momento, el desborde de ríos y huaycos en la franja litoral del Perú, han causado 99,475 damnificados, 626,298 afectados y 75 personas fallecidas, 20 personas desaparecidas y cerca de 140 mil viviendas afectadas.

La declaratoria de emergencia no está en la agenda gubernamental, pero; sí considera como prioridad la puesta en marcha del proceso de reconstrucción, en una acción conjunta entre el gobierno central y los gobiernos locales.

“Sí hay muchas preguntas sobre la capacidad de los gobiernos locales, pero es inevitable depender de ellos”, aseguró PPK, en una entrevista al diario El Comercio, respecto a la trasferencia de presupuesto orientados para la atención de emergencias, que tendrá como prioridad los proyectos de saneamiento.

“Tienen que hacer lo que el Ejecutivo está proponiendo”, precisó sobre la ejecución de fondos transferidos a los municipios bajo la supervisión de un ministro, y con ello se estaría evitándose los actos de corrupción que solía darse, cuando se transfiere presupuesto para atender las emergencias.

Dentro del plan de lucha contra la corrupción en los municipios, el Gobierno plantea una reforma salarial al igual que en la Policía y que no sido la solución para la corrupción policial.

“Lo que sí tenemos que hacer es tener alcaldes mejor remunerados. Tenemos alcaldes que ganan mil o mil quinientos soles”, subrayó Kuczynski, quien tiene las mejores intenciones de controlar la corrupción política en el país, pero el pensar de la clase política es distinta.

Lo que está claro, es que la desgracia de un sector de la sociedad peruana, de ninguna manera puede convertirse en ganancia de alguna mala autoridad o funcionario público, como ocurrió con el terremoto de Ica, en el año 2007.